martes, julio 10, 2007

EL VUELO DEL PHOENIX


Según antiguas mitologías el ave Phoenix era un pájaro que cada 500 años resurgía de sus propias cenizas, rejuvenecido y más sabio, ya que acumulaba el conocimiento de todas las generaciones anteriores. Este ha sido el nombre escogido por la NASA para su próxima misión a Marte.
La Phoenix Mars Mission formaba originariamente parte de la misión Mars Surveyor en 2001. Pero con la lamentable perdida de la Surveyor la misión quedo aplazada, hasta este año, 2007. En el que la misión por fin despegará desde Cabo Cañaveral rumbo a las regiones polares del planeta Marte. Este misión presenta características distintas a las más recientes. La más llamativa es la del sistema de amartizaje. Hasta ahora, nos habíamos acostumbrado a ver a las sondas recubiertas de globos hinchados rebotando por la superficie del planeta rojo, hasta que paraba de hacerlo, entonces los globos se deshinchaban, la cápsula se abría y la sonda (normalmente un rover) entraba en contacto con el planeta. En esta ocasión la Phoenix cruzara las primeras capas de la atmósfera como si de un meteoroide se tratara, poco después abrirá un paracaídas que actúa de freno disminuyendo así su velocidad de descenso y por ultimo (aquí es donde viene la diferencia) la sonda encenderán unos propulsores que la colocaran sobre la superficie de forma suave.
Los principales objetivos de la misión son el estudio del pasado geológico del agua en Marte, según parece en la zona de amartizaje que tienen planeada existe una probabilidad del 80% de que haya hielo de agua bajo la superficie. Y el otro objetivo es la búsqueda de pruebas que demuestren que Marte ha albergado alguna forma de organismos, incluso si todavía se pudiera encontrar algunos en forma latente. Esta misión promete ser de vital importancia para el estudio de Marte en particular y para la astrobiología en general, Aun tenemos que esperar 23 días para que el cohete Delta que porta a Phoenix despegue rumbo a Marte, esperemos que todo vaya bien.
¡Vuela Phoenix, vuela! Aquí desde la Tierra esperamos que nos cuentes lo que encuentres.

Ismael Pérez Fernández.