Europa es uno de los cuatro satélites galileanos de Júpiter. Reciben este nombre porque fue Galileo Galilei el primero en descubrirlos, cuando empezó a realizar observaciones astronómicas con su modesto telescopio. Hoy en día dichos satélites son fáciles de distinguir con el telescopio de cualquier aficionado a la astronomía.
Europa siempre ha despertado la imaginación de todos los interesados en la astrobiología, esto es debido a que su superficie está completamente congelada, pero no es lisa, está cubierta por una infinidad de arrugas en su superficie. Dichas arrugas parecen ser fracturas en las placas de hielo que han sido rellenadas con agua que saldría del interior del satélite, de hecho, se sostiene que el interior de Europa, en realidad, es un inmenso océano de agua. Como es sabido, aquí en la Tierra el agua ha sido un elemento esencial a la hora de que apareciera la vida, así pues, tener un lugar donde probablemente exista un océano de agua hace sospechar que quizás, y solo quizás, pueda existir algún tipo de vida. Obviamente, hoy en día, con la información que tenemos no podemos concluir que esto sea realmente así, pero todo parece indicar que Europa sería un buen sitio donde buscar vida más allá de la Tierra.