Para los que no estamos muy puestos en este tema lo primero que llama la atención es ¿cómo alguien puede llegar a creer en esto? O lo que es más grave ¿cómo alguien puede creerse que le ha pasado eso? Y es que, página tras página del libro, mi estupefacción iba creciendo, cada página me parecía más sorprendente, y los relatos de los abducidos según ha ido pasando el tiempo se han ido volviendo más y más difíciles de creer. Buena parte de la culpa de todo esto no la tienen los supuestos abducidos, sino los que se hacen llamar investigadores, que en buena medida han manipulado a los “abducidos” para hacerles creer lo que ellos querían que fuera verdad.
En fin, léanlo, y prepárense para superar las barreras de lo increíble, cuando uno cree que ya lo ha visto todo, aparece algo más increíble aun.
Ismael Pérez Fernández.