viernes, abril 29, 2011

La magnetosfera, un escudo invisible.

Si estamos vivos es en parte gracias a que la Tierra cuenta con unos buenos escudos para protegernos de las amenazas que vienen de más allá de nuestra atmósfera. Uno de esos escudos es la conocida capa de ozono la cual nos salvaguarda de la radiación ultravioleta procedente del Sol. Pero esa capa no es la única barrera de protección con la que contamos, también tenemos a la magnetosfera terrestre.

El interior de la Tierra se comporta como si de un imán se tratase generando un campo magnético que rodea todo el planeta. A continuación tenemos una concepción artística realizada a partir de datos científicos. En ella podemos visualizar como la magnetosfera rodea la Tierra:


Picture credits: Visualization built by Greg Shirah and Tom Bridgman, NASA/Goddard Space Flight Center Scientific Visualization Studio. Caption by Mike Carlowicz

Si esta imagen la comparamos con la típica imagen de las líneas de un campo magnético vemos que no son exactamente iguales, la magnetosfera está muy alargada en la dirección opuesta a donde se encuentra el Sol. Esto es debido a que la magnetosfera está siendo golpeada por el viento solar, lo cual hace que adopte esa peculiar forma.

El viento solar está formado por partículas de alta energía que de alcanzarnos no nos iban hacer ningún bien. La magnetosfera atrapa dichas partículas generando así corrientes eléctricas que a veces pueden afectar a los satélites que tenemos en órbita. A estas corrientes se las conoce como cinturones de Van Allen en honor a su descubridor. En otras ocasiones la magnetosfera desvía las partículas del viento solar hacia los polos, allí estas partículas al interaccionar con las moléculas de la atmósfera forman las espectaculares y bellas auroras.

Si alzamos la mirada al cielo no vemos la magnetosfera, pero está ahí, luchando infatigablemente contra el viento solar.

Vía Earth Observatory.

Ismael Pérez Fernández.