jueves, diciembre 16, 2010

¿Pruebas de otro Universo?

En la cosmología, desde que apareció en escena el modelo inflacionario la idea de que existen más universo además del nuestro no ha dejado de ir in crescendo, incluso las hipótesis cosmológicas basadas en las nuevas ideas de la física, como la teoría de cuerdas o la gravedad cuántica de bucles, predicen de una forma u otra que nuestro universo no es el único que existe o que ha existido.

Reconozco que la idea es atrayente y estimulante, hace que la imaginación se dispare, pero la cuestión es ¿podemos saber que realmente existen o han existido otros universos? Es decir, ¿es posible que observando nuestro Universo podamos ver pistas de la existencia de otros? Como es obvio, para que la respuesta sea afirmativa ambos universos deberían haber interactuado de algún modo, de tal forma que en nuestro Universo quedarán trazas detectables de tal acontecimiento.

Vía Science descubro el trabajo realizado por los científicos Stephen M. Feeney, Matthew C. Johnson, Daniel J. Mortlock y Hiranya V. Peiris, que lleva por título First Observational Tests of Eternal Inflation. El modelo de la inflación eterna predice que nuestro Universo solo es uno entre tantos, a cada uno de estos universos se les llama universos burbuja o burbujas a secas. Los universos se estarían creando constantemente en el vacío y se irían expandiendo, así que existe la posibilidad de que nuestro Universo hubiera colisionado en el pasado con otro universo.

Lo que dice este grupo de científicos es que han encontrado en la radiación de fondo cósmica(CMB por sus siglas en ingles) trazas de dicha colisión. La radiación de fondo, es una radiación de microondas que empezó a viajar libremente por el Universo cuando éste tenía unos 300.000 años, observando dicha radiación es como obtenemos mucha de la información de lo que aconteció en ese periodo de 300.000 años, ya que muchos de los fenómenos ocurridos en ese periodo de tiempo dejaron su impronta en el CMB.

El problema es que la radiación de fondo es una señal de ruido, ¿recuerdan en las televisiones de tubo cuando no había un canal sintonizado que se veía un montón de puntos blancos cambiantes? Pues la radiación de fondo es algo parecido y en una señal de ese estilo uno puede ver lo que quiera, es como con las nubes, si le pones imaginación no tardas mucho en ver, caras, montañas, naves espaciales o lo que se te ocurra. De hecho, recientemente un error como éste parece haber sido cometido por el eminente científico Roger Penrose.

Pero en esta ocasión tal vez la situación sea diferente, el equipo asegura que el algoritmo para analizar los datos de la radiación de fondo está diseñado para abolir ese tipo de errores. Veremos que pasa en breve. El año que viene probablemente tengamos los primeros resultados de las observaciones de la sonda Planck, que va a analizar el fondo cósmico de microondas con mayor precisión de lo que se ha hecho hasta ahora, ¿qué sucederá?¿Los datos tomados con mayor precisión harán que los indicios hallados se disuelvan o por el contrario seguirán apareciendo? De momento toca esperar con un sano escepticismo bajo el brazo. No obstante, no deja de ser fascinante que podamos ser la primera generación que acabe sabiendo que hay otros universos.
¿Quién había dicho que la ciencia es aburrida? No hay mejor fuente para alimentar la imaginación que la ciencia, como bien demuestra muchas novelas de ficción.

Ismael Pérez Fernández.