jueves, julio 04, 2013

La ceguera del diseño inteligente

El diseño inteligente no es más que un refrito del creacionismo, es decir, de la idea de que el universo ha sido creado o diseñado por Dios. Sus defensores pretenden hacerlo pasar como ciencia pero, cuando uno examina sus argumentos, ve que no se sostienen y que, en realidad, no es más que dogma religioso disfrazado de ciencia. La situación no deja de ser paradógica, la religión en general, o al menos las tres religiones abrahamicas proclaman que hay que tener fe, y la fe consiste en aceptar algo como verdadero en ausencia de pruebas o incluso en contra de las pruebas. Por lo tanto, no deja de ser llamativo que algunos necesiten pruebas científicas de la obra de su Dios, algo no debe ser tan robusto en su fe.

Lo cierto es que, dentro de los defensores del diseño inteligente o creacionismo, uno puede encontrar distintos grados. Desde los que defienden la interpretación de la Biblia hasta los que afirman aceptar la evolución salvo para el caso de la aparición de la inteligencia humana, para eso se necesita, según ellos, la intervención de Dios. Lo cual, en última instancia, es obviamente no aceptar la evolución.