miércoles, septiembre 30, 2009

Políticos, ignorancia científica, y la homeopatía

Me desayuno la siguiente noticia en el periódico El País, El Congreso acuerda que la homeopatía sea realizada solo por licenciados en Medicina y Cirugía. Increíble, nuestros políticos hacen gala de una cultura científica nula. Y es que la homeopatía, simple y llanamente no funciona, es decir, que sus efectos no superan los de un placebo. Así que la práctica de la misma ya la pueden realizar licenciados en Medicina, o en periodismo, o un mendigo que esté en la calle, el resultado será el mismo.

Y es que lo de la homeopatía no tiene mucho sentido. El principal problema, es que las supuestas sustancias activas del fármaco homeopático se diluyen en cantidades tremendamente grandes, de tal modo que en el producto final no hay ninguna molécula de la supuesta sustancia activa. Sabiendo esto, lo que se postulo es que el agua tiene memoria, de tal forma que aunque no quede ni una molécula de la sustancia activa el agua recuerda las propiedades químicas de dicha sustancia. ¿Tiene memoria el agua? De tenerla, debería recordar las propiedades químicas de todas las sustancias con las que ha estado en contacto, así que resulta sorprendente que bebamos un vaso de agua y no nos pase nada. Ya que a lo largo de la historia de la Tierra el agua habrá estado en contacto con multitud de sustancias que son venenosas para nosotros.

¿Alguien puede dar la referencia a algún ensayo clínico, o artículo científico, publicado en alguna revista científica, en el que se demuestre que la homeopatía funciona? Alguno dirá sí, en la revista Nature, en su día se publicó un artículo sobre la investigación de Benveniste. Lo cierto es que los encargados de la revisión de dicho artículo antes de su publicación, hicieron notar que tanto el método como los resultados no eran convincentes, razón por la cual, a Nature, le llovieron las críticas por el mero hecho de publicar dicho artículo. Pero el tema tenía su truco, y es que el editor de Nature por aquel entonces, J. Madox, publicó el artículo bajo la condición de que Benveniste le dejara a él y a un equipo de expertos repetir los ensayos en su laboratorio, Benveniste aceptó, el artículo se publicó y J. Madox junto con W. Stewart -científico experto en estudio de errores-, y James Randi conocido ilusionista e investigador de afirmaciones paranormales se presentaron el laboratorio de Benveniste. Los ensayos se repitieron y ¿qué sucedió? Nada, absolutamente nada, los sorprendentes resultados de Benveniste se habían evaporado, ¿qué clase de medicina es ésta que no funciona cuando los ensayos lo realizan personas escépticas sobre su efectividad?

Lo que ya es de traca es la argumentación de la diputa socialista Mercedes Coello, firmante de la iniciativa:

no cabe la menor duda de que la cada vez mayor demanda social de dichos profesionales justifica su regulación, con el efecto de evitar el intrusismo que tanto mal hace a nuestro sistema sanitario

Pero es que para regular una práctica medica lo que se requiere son pruebas de que los fármacos usados realmente funcionan y son eficaces, lo cual se hace con ensayos científicos, no con testimonios del tipo “mi amigo me dijo que funciona”, o “en muchos otros países ya la han incluido” o “es que la gente lo quiere”. Como ciudadano que paga sus impuestos quiero una sistema sanitario de confianza, y francamente ¿cómo va a ser de confianza un sistema que incluye medicamentos cuya efectividad no ha sido demostrada?


Ismael Pérez Fernández.