miércoles, enero 18, 2012

Longitud

Dava Sobel nos cuenta la historia de como se determino el meridiano cero, o lo que es lo mismo, como conseguimos establecer la coordenada de la longitud. No fue precisamente una tarea fácil, pero era algo primordial y esencial para la navegación. Hoy no nos damos cuenta, pero sin esta coordenada la navegación era más una riesgo que un viaje. Multitud de navíos encontraron su fin o se perdieron por no disponer de un sistema fidedigno para medir la longitud.

Hay una diferencia sustancial entre latitud y la longitud. La primera se mide con respecto al ecuador y esto es una ventaja, porque el ecuador terrestre se determina de forma unívoca. Pero la longitud es distinta, cualquier meridiano era tan bueno como otro, ¿qué meridiano elegir? Pero sobre todo, el principal problema es que se necesitaba conocer con precisión el tiempo(el cronológico) a bordo del barco, para así poder determinar la longitud.

En esta titánica tarea participaron eminentes astrónomos que sugirieron distintos métodos astronómicos para poder determinar dicha coordenada. Incluso se habilitaron recompensas para aquellos que consiguieran construir un reloj  lo suficientemente preciso en alta mar como para poder fiarse de él, y así poder establecer la longitud donde se encontraba el navío. La historia no está exenta de rencillas y pequeñas luchas por convertirse en quien estableciera le método definitivo, pero entre todos destaca alguien por derecho propio, John Harrison. Fue él quien construyó relojes lo suficientemente precisos en alta mar, relojes capaces de contrarrestar los efectos de la temperatura, del oleaje etc., unas autenticas maravillas de la técnica.

Libro realmente ameno. La próxima vez que viajemos deberemos recordar que no siempre fue así de fácil. Si podemos hacerlo es por la titánica lucha intelectual que mantuvieron nuestros antepasados por poder medir el mundo.

Ismael Pérez Fernández.