martes, enero 19, 2010

Nuestra galaxia, 11º parte

La estructura más llamativa del disco galáctico son sin duda sus brazos espirales. Pero entenderlos y saber como funcionan no es algo sencillo, de hecho, todavía hay bastantes cosas que desconocemos.

Sabemos que la galaxia tiene brazos espirales por las observaciones que hemos realizado desde la Tierra, estas observaciones, no sólo se han realizado en la parte visible del espectro electromagnético(la luz), sino que también se han hecho usando ondas de radio de una longitud de onda de 21 cm, esto es así porque la luz de las estrellas suele quedar bloqueada por las nubes de polvo que hay en la galaxia, pero en cambio, las ondas de radio atraviesan dichas nubes sin problema, por lo que son una herramienta indispensable para mapear la galaxia.

Con estas observaciones hemos podido determinar que el Sol parece encontrarse en un brazo espiral, en concreto el que lleva por nombre Orion, y he escrito parece porque no está del todo claro si es un brazo espiral, o un ramal que sale del mismo. Normalmente en las representaciones artísticas de la galaxia podemos ver los brazos espirales perfectamente formados y sin ramales que salgan de los mismos, pero esto no tiene porque ser así, las imágenes artísticas sirven para darnos una idea de como es la galaxia, no deberíamos tomarlas al pie de la letra.

La primera pregunta que nos surge es ¿de que están hechos dichos brazos espirales? La respuesta es de estrellas, pero no siempre son las mismas estrellas ya que no todas tienen las mismas velocidades, es decir, aunque el patrón de los brazos espirales parece constante las estrellas se mueven respecto a ellos, por los que unas veces están en un brazo y pasado mucho, pero mucho tiempo, pueden estar en otro.

Lo cierto es que no tenemos un modelo que explique satisfactoriamente los brazos espirales y su comportamiento, el mejor modelo del que disponemos fue desarrollado por C.C. Lin y Frank H. Shu en la década de los 60, el modelo se conoce como Teoría de ondas de densidad, describe los brazos espirales como ondas de densidad, pero hay preguntas sin respuesta, por ejemplo ¿qué produce dichas ondas? ¿qué mecanismo hace que dichas ondas no desaparezcan? Como se puede observar no son preguntas triviales, y todavía se está trabajando en hallarles una respuesta.

Todavía hay trabajo que hacer para dar respuesta a los interrogantes que se esconden tras tanta belleza:

Galaxia espiral NGC 253


Ismael Pérez Fernández.