lunes, diciembre 21, 2009

El veneno de una ilusión I


¿Estamos ante un resurgir de lo religioso? Parece que Dios resucita y sale de la tumba en la que lo había enterrado Nietzsche. Aunque tal vez lo que sucede es que realmente nunca llegó a estar ni muerto ni enterrado. Ahora más que nunca hemos podido ver lo peligroso y dañino que puede llegar a ser la fe religiosa, basta recordar el 11-S, el 11-M o el 7-J, por no mencionar los estados teocráticos de oriente medio. O que decir de la aparente radicalización de la Iglesia Católica, que al menos, aquí en España,  han hecho público su deseo de que lo que para ellos es pecado, se convierta en delito. Esa es tal vez la cara más cruda de la religión. En el pasado las religiones tuvieron una función vertebradora en las sociedades, pero hoy en día ese puesto lo ocupan las constituciones de los estados. Hoy en día la fe religiosa es una fuerte fuerza divisoria, una fuente de conflictos, es un obstáculo en los debates racionales sobre asuntos éticos, es un freno al avance del conocimiento, y pone en peligro el desarrollo de las capacidades críticas de los niños que son adoctrinados en ella. La fe siempre ha parecido tener una especie de beneplácito, una indulgencia como si la fe, por ser fe, solo pudiera tener consecuencias buenas y agradables para los individuos y las sociedades. ¿Pero no deberíamos sopesar todo, los pros y los contras? Dado que no faltan libros, webs, o programas de televisión que ensalzan las bondades de la fe religiosa, desde aquí vamos a ofrecer en los próximos días el contra punto, vamos a realizar unas reflexiones críticas sobre la fe. Tal vez ha llegado la hora de acabar con esa indulgencia hacia la fe, y sustituirla por una crítica a la misma.


(*) El titulo que he elegido para el post es una mezcla de los títulos de dos recientes obras que tratan sobre estos temas: “The God Delusión” de Richard Dawkins y “God Is Not Great: How Religion Poisons Everything” de Christopher Hitchens.