¿Estamos ante un resurgir de lo religioso? Parece que Dios resucita y sale de la tumba en la que lo había enterrado Nietzsche. Aunque tal vez lo que sucede es que realmente nunca llegó a estar ni muerto ni enterrado. Ahora más que nunca hemos podido ver lo peligroso y dañino que puede llegar a ser la fe religiosa, basta recordar el 11-S, el 11-M o el 7-J, por no mencionar los estados teocráticos de oriente medio. O que decir de la aparente radicalización de la Iglesia Católica, que al menos, aquí en España, han hecho público su deseo de que lo que para ellos es pecado, se convierta en delito. Esa es tal vez la cara más cruda de la religión. En el pasado las religiones tuvieron una función vertebradora en las sociedades, pero hoy en día ese puesto lo ocupan las constituciones de los estados. Hoy en día la fe religiosa es una fuerte fuerza divisoria, una fuente de conflictos, es un obstáculo en los debates racionales sobre asuntos éticos, es un freno al avance del conocimiento, y pone en peligro el desarrollo de las capacidades críticas de los niños que son adoctrinados en ella. La fe siempre ha parecido tener una especie de beneplácito, una indulgencia como si la fe, por ser fe, solo pudiera tener consecuencias buenas y agradables para los individuos y las sociedades. ¿Pero no deberíamos sopesar todo, los pros y los contras? Dado que no faltan libros, webs, o programas de televisión que ensalzan las bondades de la fe religiosa, desde aquí vamos a ofrecer en los próximos días el contra punto, vamos a realizar unas reflexiones críticas sobre la fe. Tal vez ha llegado la hora de acabar con esa indulgencia hacia la fe, y sustituirla por una crítica a la misma.
(*) El titulo que he elegido para el post es una mezcla de los títulos de dos recientes obras que tratan sobre estos temas: “The God Delusión” de Richard Dawkins y “God Is Not Great: How Religion Poisons Everything” de Christopher Hitchens.
Todos necesitamos algo en lo que creer. La fe religiosa en si no es mala, lo malo es cuando suceden cosas como el radicalismo del Islam que se esta viviendo recientemente, o esos detalles del todo fuera de lugar de la Iglesia Catolica. Lo malo y peligroso es cuando la fe se covierte en el centro absoluto, sin dejar paso a un a veces sano escepticismo, a cuestionarse las cosas, a querer investigar, a la filosofia y a la ciencia. No se puede pretender que la fe religiosa sea tambien dogma moral, social y politico.
ResponderEliminarVivimos en una epoca de cambios constantes, en la que es normal tener temor a como vayan a resultar las cosas. La fe puede servir como refugio y alivio a ese temor, pero eso es a titulo personal. Yo no creo en absoluto en las religiones tal y como las entendemos, prefiero creer en lo espiritual a mi modo, sin iglesias que medien ni me digan como debo comportarme. Tambien prefiero creer en el ser humano y en que este puede ser capaz de sacar todo lo bueno que tiene.
Hay que ser critico y selectivo con esto de la fe, no se puede retroceder de nuevo a un Universo teocentrico que ya habiamos dejado atras, pero tambien es inevitable la radicalizacion de las ideas religiosas o politicas en tiempos complicados como los que corren.
Todo es bueno, mientras que no se radicalicen las ideas. Enhorabuena por el artículo. Saludos.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarSegún yo, el problema de fondo es que las creencias se organizan y pretenden adoctrinar a las personas. Esto es lo más cruel e injusto que puede suceder. Las creencias deberían ser personales, entre otras cosas, porque masificadas son un peligro constante. Por ejemplo, los cristianos "creen" que su religión es "moderada" (no extrema), sin embargo, olvidan que hace muy poco tiempo su religión asesinó a mucha gente y no existen garantías de que eso no vuelva a ocurrir.
Por otro lado, la fe religiosa no es dañina, según yo, sólo si se mantiene en el plano de lo poético. Por ejemplo, cómo no va a ser dañino creer que la Tierra tiene 4004 años (existen evidencias muy convincentes que dicen que la Tierra tiene alrededor de 4.600 millones de años) o que hay un paraiso después de la muerte (no hay ninguna evidencia) o que existe la reencarnación (tampoco hay evidencias).
Saludos.
Bayo
Bueno, ya hay comentarios y eso que este post sólo era de presentación de lo que se avecina, no está mal, no está mal. No obstante, os ruego disculpéis que no os conteste ya que en los sucesivos post sobre el tema tratare muchos de los puntos que habéis tocado.
ResponderEliminarUn saludo.
"Todos necesitamos algo en lo que creer. La fe religiosa en si no es mala, lo malo es cuando suceden cosas como el radicalismo del Islam que se esta viviendo recientemente..."
ResponderEliminarBueno, no creo que todos necesitemos creer en algo (sin pruebas). Todos necesitamos mantenernos ocupados con algo, eso sí, no somos rocas. Y en cuanto a que la fe religiosa en sí no es mala, creeo que la fe, aunque no siempre sea agresiva, no puede nunca ser tenida como una virtud, como algo de lo que se pueda presumir. ¿Qué hay de virtuoso en creer en algo para lo que no se tienen pruebas? Nada, diría yo.
Me viene a la cabeza algo que escribió el Barón de Holbach en "El cristianismo al descubierto":
“Un creyente es un misántropo inútil, si carece de energía, o un fanático turbulento si tiene el alma enardecida”
Saludos.
Ya que Pablo menciona el libro, aprovecho para recomendarlo, me refiero a "El cristianismo al descubierto", no comento más porque estoy preparando la siguiente entrada de "El veneno de una ilusión" que ya anticipo que saldrá el miércoles, así tenéis tiempo de ir preparando vuestros argumentos, para la discusión, que parece presentarse interesante.
ResponderEliminarOtro problema con la fe del creyente pacífico, es que le da un soporte ético al creyente violento.
ResponderEliminarSam Harris desarrolla este punto muy bien en sus libros, charlas y debates.
Saludos!