
El centro de la galaxia es un lugar interesante, pero que muy interesante, pero al mismo tiempo, es ciertamente inhóspito. En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, se esconde un agujero negro supermasivo. Con su tremenda gravedad, deforma el espacio-tiempo que le rodea con la misma facilidad con la que un niño deforma un bloque de plastilina. Las estrellas en sus alrededores se mueven a velocidades altísimas. Si todo esto parece poco, añadamos...