martes, julio 21, 2009

Campo de batalla, la naturaleza.

La naturaleza es un campo de batalla, una carrera armamentística entre los depredadores y las presas. La selección natural es la juez de esta batalla, si las "armas" del depredador en cuestión son más eficientes que las "contramedidas" de la presa, será éste el seleccionado, sino, será la presa la que tenga éxito.

En el artículo Tiger Moth Jams Bat Sonar(*) aparecido en la revista Science y firmado por los investigadores Aaron J. Corcoran, Jesse R. Barber, y William E. Conner, nos habla de esa carrera armamentística entre murciélagos y polillas.

Como es sabido el murciélago es un animal nocturno. Cazar de noche es más complicado que hacerlo a plena luz del día. Pero el murciélago tiene un buen sistema para cazar en la oscuridad, utiliza un sistema de sonar para localizar a sus presas. El murciélago emite ultrasonidos que rebotan en los objetos de su alrededor, a través de estos ecos que recibe es capaz de saber donde está su presa, y como se está moviendo ésta. El sistema de ecolocalización del murciélago es tan eficiente que los humanos lo hemos copiado para usarlo con fines militares en nuestros submarinos.

Lo que ha encontrado el equipo de investigadores es que la polilla Bertholdia trigona parece tener la contramedida perfecta para escapar del sonar del murciélago. Dicha polilla emite ultrasonidos que interfieren con los emitidos por el murciélago. Los investigadores proponen tres hipótesis sobre como afecta esa interferencia en los ecos que recibe el murciélago.

- Pudiera ser que la interferencia confundiera a los murciélagos haciéndoles percibir que la polilla puede ser de gusto desagradable, como si fuera venenosa.
- Otra posibilidad es que los ultrasonidos emitidos por la polilla haga que el murciélago sea incapaz de situar bien la posición de la polilla por ecolocalización.
- Podría ser que los ultrasonidos emitidos por Bertholdia asustaran al murciélago.

Para estudiar cual de estas tres hipótesis es la correcta el equipo desarrollo un experimento en el que expusieron distintas clases de polillas ante los murciélagos. Algunas eran Bertholdia trigona, otras erán también Bertholdia pero las han manipulado de tal forma que no puedan emitir sus ultrasonidos de defensa y por último también se usaron otras clases de polillas silenciosas. La conclusión a la que se llego tras el experimento es que parece ser que las señales emitidas por la polilla interfieren con el sistema de ecolocalización del murciélago dificultando de este modo la captura de la polilla por parte de éste. Es decir, la hipótesis correcta parece ser la segunda de las arriba mencionadas.

Como consigue esto la polilla Bertholdia trigona con la emisión de sus ultrasonidos se debe a que cuando el murciélago se abalanza sobre su presa, va incrementado la frecuencia de los pulsos de ultrasonidos que emite hasta que llega un momento en que parece emitir una señal continua. Pero cuando se está enfrentando a Bertholdia, los pulsos emitidas por éstas confunden al murciélago haciendo que éste disminuya la frecuencia de sus pulsos emitidos, en lugar de ir incrementándola, la consecuencia es que el murciélago no consigue localizar con éxito a la polilla y de esta forma no consigue hacerse con su presa.



Ismael Pérez Fernández.

(*)Science 17 July 2009:
Vol. 325. no. 5938, pp. 325 - 327
DOI: 10.1126/science.1174096