El argumento del mal es posiblemente uno de los argumentos más poderosos contra la existencia de Dios, entendiendo por Dios un ser que es omnisciente, omnipotente y, perdónenme el palabro, omnibenevolente.
El problema surge al intentar conciliar la existencia de mal en el mundo con la existencia de un Dios que tiene esas características. Obviamente, si se está dispuesto a aceptar que Dios no tiene alguna de esas tres características, entonces, el problema es perfectamente resoluble, no obstante, no parece que muchos teólogos estén dispuesto...