miércoles, noviembre 10, 2010

Dime como duermes y te diré que gen tienes

En Science se hacen eco de uno de los resultados hecho público en la reunión anual de la American Society of Human Genetics. El resultado es el descubrimiento de un gen que parece estar involucrado en la duración del sueño.

El trabajo ha sido dirigido por Karla Allebrandt del Centre for Chronobiology. Han estudiado a 4260 personas, repartidas entre varios países europeos. Las personas aportaron voluntariamente una muestra de su ADN y contestaron un cuestionario sobre sus hábitos de sueño.

El equipo de Allebrandt encontró una fuerte correlación entre el gen ABCC9 y la duración del sueño. Lo que se ha encontrado es que dependiendo de los alelos que se tengan del gen ABCC9 los sujetos de estudio duermen más o menos. Los genes no son únicos sino que puede haber distintas versiones de un mismo gen, a estas versiones se las conoce como alelos. Por ejemplo, puede haber un gen que determine cual es el color de los ojos, y puede haber dos alelos de dicho gen, uno para el color azul y otro para el marrón.

Pero esto es sólo una correlación, para poder estar seguros habría que poder estudiar sujetos en los cuales se pudiera desactivar ese gen, claro está que esto en seres humanos es complicado y probablemente involucre cuestiones éticas. Pero puede estudiarse de forma indirecta. Para ello se estudia los genes equivalentes en dos especies de mosca de la fruta y lo que se encontró fue que al inactivar dicho gen las moscas dormían mucho menos comparadas con las moscas del grupo de control.

Los genes codifican proteínas, es decir, en ellos se encuentra la información para fabricar determinadas proteínas, en el caso del gen ABCC9 esta codificada la proteína SUR2. Ésta interviene en la formación de unas estructuras que canalizan el flujo de iones de potasio hacia dentro y fuera de las células. El resultado es interesante, por un lado el mecanismo del sueño en humanos y moscas parece ser similar, y por otro la proteína que codifica ABCC9, es decir, SUR2 también está implicada en la diabetes y en enfermedades del corazón, algo que a buen seguro llame la atención de los científicos que investigan esas dolencias.

Ismael Pérez Fernández.

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