"La idea fundamental de la democracia es la de que nadie tiene derecho a sobrepasar ciertos límites que representan los derechos fundamentales de los demás. Pero la razón por la que los humanos estamos protegidos, por así decir, por esa alambrada de derechos fundamentales es que somos sujetos racionales, de modo que el querer utilizar los derechos individuales para promover la irracionalidad es, en cierto sentido, una contradicción en los términos. (…) a nadie se le puede obligar a cambiar sus creencias, ni se le puede discriminar por tener unas creencias determinadas, pero la persona que tiene esas creencias no puede pretender vivir en una sociedad democrática privando a los demás del derecho a criticarlas de manera pública y racional."
~Jesús Zamora Bonilla~
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