Según podemos leer en el diario “El País” el Vaticano ha instado a sus fieles y a las organizaciones católicas a retirar su apoyo a Amnistía Internacional(AI). ¿Por qué? Porque por lo visto AI esta a favor del aborto en determinas situaciones, ¿y cuales son dichas situaciones? A saber, en caso de violación o en el caso de que la vida de la madre corra algún peligro.
Veamos la objeción que ha hecho el señor Renato Martino cardenal y presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano y que recoge el diario mencionado arriba:
"La Iglesia enseña que matar una vida humana inocente nunca es justificable. El aborto es un asesinato"
Por lo visto, dejar morir a la madre les importa bien poco. Lo relevante de la frase es el uso de la palabra <<asesinato>>. Se da por sentado que el feto (si feto que no niño) es una persona, lo cual es dar por sentado demasiadas cosas. Por no extenderme demasiado el problema de fondo es que confunde la potencialidad con el ser. Es decir, yo en potencia puedo ser un Einstein, pero a día de hoy no lo soy. En el caso que nos ocupa, esto es, que el feto pueda llegar a convertirse en una persona no quiere decir que vaya a ser a si, y lo más importante, de momento no lo es. En realidad se esta privilegiando a algo que todavía no es humano, por el mero hecho de que pueda llegar a serlo frente a un ser humano ya plenamente constituido.
Aquí podríamos empezar a plantearnos asuntos serios como ¿en que momento el feto deja de ser un feto y se puede considerar una persona? Es difícil dar una respuesta a esta pregunta porque lo que estamos intentando es poner un limite discreto a un proceso que es continuo. Claro que para el Vaticano la respuesta es bien sencilla, es persona desde el principio de la fecundación ¿por qué? Porque Dios le ha insuflado alma. Pero ¿hay pruebas de la existencia de Dios? No ¿y de la existencia del alma? Tampoco. ¿Qué varemos son estos para tomar decisiones tan importantes?
Ismael Pérez Fernández.
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