TRAS LAS HUELLAS DE LA ENERGÍA OSCURA.

Hace aproximadamente unos diez años un grupo de astrónomos encontraron evidencias de que la expansión del Universo se esta acelerando. Y la primera conclusión a la que se llega es que si se esta acelerando debe haber alguna energía que produzca dicha aceleración. Como se desconocía y se sigue desconociendo la naturaleza de esa energía, se la bautizo con el nombre de “Energía Oscura”.
Según se recoge en la web de la revista Astronomy un grupo de astrónomos utilizando el ESO's Very Large Telescope, han medido la distribución y movimiento de miles de galaxias abriendo así las puertas a la comprensión de la enigmática energía oscura.

La técnica usada se basa en un hecho bien conocido, y es que el movimiento aparente de las galaxias tiene en realidad dos componentes distintos. Uno es debido a la expansión del Universo que hace que las galaxias se alejen unas de otras y el otro es debido a la atracción gravitatoria de las mismas galaxias que tiende a mantenerlas juntas formando los cúmulos, supercúmulos etc.
Olivier Le Fevre miembro del equipo explica que midiendo la velocidad aparente de galaxias lejanas durante los últimos treinta años les ha permitido realizar un mapa en tres dimensiones de la distribución de las galaxias a gran escala. Pero no sólo eso, la medida de dichas velocidades también lleva información del movimiento local de las galaxias, este introduce una pequeña distorsión en la reconstrucción de los mapas del Universo, midiendo dicha distorsión en distintas épocas de la historia del Universo podemos acercarnos a la naturaleza de la energía oscura.

Ismael Pérez Fernández.

Imagen (Credit: NASA/CXC/M.Weiss)