Aprovechando que tengo un rato continuo con el resumen del viaje a Londres. El segundo día de nuestra instancia lo dedicamos a los museos. Hay que aclarar que la oferta cultural de Londres es descomunal así que había que elegir. Nosotros optamos por visitar el Museo Británico, el Museo de Historia Natural y la National Gallery. Ni que decir tiene que es imposible ver estos museos en un solo día, por lo que nos centramos en algunas de sus exposiciones. Visitar el Museo Británico es como hacer un viaje por las antiguas civilizaciones del mundo. Para ver el museo en condiciones se puede necesitar fácilmente un mes, y como nosotros no disponíamos de tanto tiempo optamos por hacer unos de los recorridos que se recomiendan en la web del propio Museo. Entre las “joyas” recomendadas para ver, está, como no, la piedra Rosetta, ya saben, la piedra gracias a la cual se pudieron descifrar los jeroglíficos egipcios. Si van por Londres, no dejen de visitar el museo Británico. Si van justos de tiempo pueden hacer el recorrido de tres horas que hicimos nosotros o el de una hora. La entrada es gratis, y sólo con ver la zona de la cúpula ya les dejara impresionados.
El segundo museo del día fue el de Historia Natural. Un edificio precioso que sólo por verlo ya vale al pena acercarse. De toda la oferta del museo hicimos más hincapié en la zona de los dinosaurios. Lo cierto es que se te ponen un poco los pelos de punta cuando ves con tus propios ojos el tamaño de alguno de los mismos. Según entras en el museo, en el hall principal, te encuentras con un diplodocus, bueno, con su esqueleto más bien, dinosaurio que media de largo unos 26 metros, si no recuerdo mal. El hall principal está presidido como no podía ser de otra manera por una estatua de Charles Darwin. Además de ver la sala de los dinosaurios nos pasamos a ver al que probablemente sea el fósil más famoso del mundo desde hace unas semanas, Ida. Fósil importante, aunque tal vez se ha exagerado un poco.Cuando encuentre un ratillo libre hablaré sobre el mismo.
Después de disfrutar del Museo de Historia Natural, pusimos rumbo a Trafalgar Square, para entrar en la National Gallery, está pinacoteca no es el Prado pero tiene un buen numero de obras de arte, recomiendo visitarla, sobre todo si lo haces el viernes por la tarde que cierran a las 21 horas, si vas sobre las 18:30 o un poco más tarde está casi vacía y puedes disfrutar más tranquilo de las distintas obras que se exponen. Evidentemente un par de horas no da para ver toda la pinacoteca, es cuestión de buscar algún cuadro por el que se tenga curiosidad y sentarse tranquilamente para observarlo. Personalmente de los que vimos me quedo con “Sansón y Dalila” de Rubens, impresionante.
Para rematar el día sólo quedaba cenar con una buena cerveza al lado. Después a descansar al hotel y cargar pilas para ver al día siguiente, la Catedral de San Pablo, la City, dar un paseo por la orilla del Támesis y por la tarde poner rumbo al observatorio de Greenwich. Todo esto lo dejo para una próxima entrada.
Ismael Pérez Fernández.
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