
El negacionismo del cambio climático es un movimiento, cuando menos, interesante. No es difícil escuchar a distintos políticos esgrimir argumentos en defensa de la tesis de que el cambio climático no existe. Algunos de esos argumentos van desde algo tan peregrino como: “mi primo me ha dicho que…”, lo cual no deja en muy buen lugar a la inteligencia de quien así argumenta, hasta otros argumentos más elaborados en los que incluso se esgrimen pruebas...