martes, enero 08, 2013

El depredador de los océanos hace 244 millones de años

Hace 250 millones de años, la Tierra sufrió la extinción más severa que ha conocido a lo largo de toda su historia. Durante esta extinción desaparecieron entre el 90 y el 95% de las especies marinas, junto con aproximadamente el 70% de los vertebrados terrestres. Las causas de semejante extinción, a día de hoy, siguen sin conocerse, aunque se barajan varias hipótesis, entre ellas figuran: una actividad volcánica alta, o el impacto de algún asteroide con la Tierra.
Sea como fuere, lo cierto es que la vida en la Tierra no se detuvo y supo sobreponerse a ese dramático incidente. Pocos millones de años después de la extinción del Pérmico-Triásico(PT), ya había aparecido en los océanos un depredador sin igual. El depredador en cuestión tenía una longitud que superaba los 8,6 metros, a su tamaño hay que añadirle unos temibles dientes con dos bordes cortantes, en su dieta no sólo estaban algunos peces sino que también se alimentaba de algunos de los seres pertenecientes a su mismo orden, los ictosaurios. El nombre del depredador es Thalattoarchon saurophagis.

Los restos fósiles que se han encontrado de este Thalattoarchon saurophagis se encontraban en unos estratos de 244 millones de años de antigüedad, lo que sitúa a dicho espécimen en el Triásico medio. El hallazgo ha sido publicado en un artículo en PNAS, el cual lleva por título Macropredatory ichthyosaur from the Middle Triassic and the origin of modern trophic Networks.

El hallazgo de estos fósiles es importante porque aportan pruebas de lo rápido que fue la recuperación de la biota tras la extinción PT. Por un lado, estos fósiles, atestiguan lo rápido(en términos geológicos) que evolucionaron los ecosistemas marinos en el Triásico, dichos ecosistemas alcanzaron, en 8 millones de años después de la extinción PT, una complejidad similar a la que encontramos hoy en los entornos marinos. Por otro lado, el hallazgo de los fósiles de Thalattoarchon saurophagis también pone de manifiesto que la recuperación de la biota en los mares, tras el evento PT, fue más rápida que la que siguieron los ecosistemas terrestres. En los ecosistemas terrestres hubo que esperar hasta la edad Carniense para que aparecieran los depredadores que ocuparían la cima de la cadena trófica.

Quizá el dicho popular de la que la vida siempre se abre paso, este justificado, al menos en lo concerniente a la recuperación de la biota marina tras la extinción PT.

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