martes, julio 26, 2011

Nacidas de los infiernos

Recientemente he tenido la fantástica oportunidad de visitar las islas Galápagos. La fama de estas islas en buena parte se debe a que influyeron en el trabajo de Charles Darwin. La visita a las islas por parte del señor Darwin le dejaría una huella difícil de olvidar, con el tiempo lo observado en dichas islas junto con otras muchas observaciones llevaron a Darwin a desarrollar la teoría de la evolución por selección natural.

Pero las Galapagos no solo aportaron su grano de arena a la teoría de la evolución, son también un ejemplo vivo de la dinámica de nuestro planeta. Ubicadas en el ecuador, su origen proviene de los infiernos. Las Galápagos, como muchos otros archipiélagos en el planeta son islas de origen volcánico.

El fondo marino está cubierto de volcanes algunos de los cuales son mucho más grandes que los que podemos encontrar en la superficie. Normalmente las erupciones submarinas pasan inadvertidas en la superficie, pero si la erupción es potente y ocurre a menos de unos 500 metros de la superficie del mar, entonces puede notarse que algo está ocurriendo ya que el agua suele enturbiarse. En ocasiones las erupciones son lo suficientemente violentas como para arrojar magma por encima de la superficie del mar, formando así una nueva isla que antes no existía.

Estas erupciones se suelen deber a unos puntos que se encuentran bajo la corteza terrestre a los que se les llama hotspot, al estar bajo la corteza terrestre dichos puntos no se ven afectados por la deriva de las placas tectónicas, lo cual da lugar a un curioso fenómeno.

Si se produce una erupción proveniente de algunos de estos hotspot y dicha erupción es lo suficientemente potente como para romper la corteza terrestre y expulsar la cantidad necesaria de magma como para formar una nueva isla, esta nueva isla quedará ubicada sobre dicha corteza y por lo tanto con el tiempo se ira desplazando debido a la deriva de la placa a la que pertenece esa región de la corteza terrestre. Pasado el tiempo, puede producirse otra erupción y se formara una nueva isla en el mismo punto donde se formo la primera, lugar que ha quedado bacante ya que la primera isla se ha ido desplazando. Con este mecanismo es como se forman los archipiélagos de origen volcánico. Esto nos permite saber más cosas sobre dichos archipiélagos, una vez que sabemos donde se encuentra el hotspot que está dando lugar a esas islas, podemos deducir que islas son más jóvenes y cuales más viajes simplemente por su ubicación. Las más alejadas del hotspot serán las más viajes ya que son las que más tiempo han estado sometidas a la deriva de las placas. Las que se encuentran en el centro del archipiélago son las de edad intermedia y las más cercanas al hotspot son las más jóvenes. La vegetación también nos da pistas de la edad de las islas. Una isla recientemente formada no ha estado expuestas a semillas que hayan podido llegar a ella mediante corrientes de agua, de aire o quizás gracias a algún ave que las porte. Cuando esas semillas llegan a una isla recientemente formada necesitaran que pasen largos periodos de tiempo hasta que el magma alcance las condiciones necesarias para que esas semillas puedan germinar, por lo tanto, la vegetación existirá en islas edad intermedia o mayor.

Comprobar todo esto en las islas Galápagos es relativamente fácil. En la isla en la que pase mayor tiempo fue Santa Cruz, una isla que se encuentra en el centro del archipiélago por lo que debería ser de las de edad intermedia y por lo tanto la vegetación debería haber hecho acto de presencia, y la verdad es que dicha isla es un hervidero de vida, la vegetación está por todas partes, sobre todo en la parte alta de la isla. Dicha vegetanción tan frondosa oculta a la vista los vestigios de los turbulentos inicios de la isla. En la parte alta, entre los bosques de escalesia (una planta endémica de las Galápagos), podemos encontrar dos impresionantes cráteres separados unos 50 metros, conocidos como los gemelos. Estos cráteres eran enormes cavidades de aire caliente, pero el peso del techo era demasiado grande por lo que se hundio dadno lugar a estos impresionantes crateres. Todo esto sucedio durante el origen volcánico de la isla, aquí tenéis una panorámica del más grande de los dos:



Otra prueba del origen volcánico de la isla son los impresionante túneles de lava. Durante una erupción volcánica se pueden formar ríos de lava, la parte superior de la misma al contacto con el aire que está mucho más frío se solidifica, aislando de esta manera al río que bajo esa nueva superficie sigue fluyendo, según la actividad va disminuyendo el río de lava va perdiendo caudal y cada vez va quedando más espacio vacío, poco a poco se va formando esa estructura de túnel, al final cuando la actividad se detiene obtenemos unos túneles impresionantes. Algunos de los túneles de lava que hay en Santa Cruz llegan a tener una altura de unos seis metros, es realmente impresionante pasear por su interior:



Las islas así formadas no duran eternamente, una vez creadas quedan expuestas a distintos agentes medioambientales que las van erosionado y acabando con ellas, el principal de estos agentes obviamente es el oleaje del mar. Otras veces la montañas de lava se hunden bajo su propio peso. Si estamos en aguas tropicales podemos presenciar otro fenómeno interesante. El coral puede crecer en las costas de estas islas, rodeandolas. Con el paso del tiempo, la isla va desapareciendo y es cuando obtenemos la típica forma de atolón, pero incluso este atolón formado gracias al coral acabará por desaparecer, no olvidemos que las islas desde su nacimiento se mueven debido a la deriva de las placas, si las islas se alejan del ecuador más de 28 grados ya sea en dirección norte o sur empezarán a entran en zonas de aguas frías donde el coral no puede sobrevivir y por lo tanto dejara de acumularse alrededor de la antigua costa de la isla, a esta línea que demarca la región de habitabilidad del coral se la conoce como la línea Darwin.

Las galápagos, como muchas otras islas nacieron del fuego, para con el tiempo convertirse en hervideros de vida y más tarde ir desapareciendo poco a poco, gracias a que los procesos geológicos son realmente lentos las Galápagos no solo nos desafían los sentidos con sus paisajes, sino que permitieron que una mente joven y curiosa como la de Darwin, viera a dichas islas como nunca antes las habían observado. Las Galápagos sembraron la semilla en la mente del joven Darwin, cuando esa semilla germinó, Darwin nos dio sus frutos: la teoría de la evolución por medio de la selección natural, la explicación a nuestros orígenes. En cierto modo podemos decir que las Galápagos cambiaron el mundo.

Ismael Pérez Fernández.