jueves, diciembre 18, 2008

EXCAVANDO EN EL UNIVERSO PRIMIGENIO.

El mundo de la cosmología parece estar últimamente algo agitado. Los teóricos del campo no paran de esforzarse para dar con modelos del Universo que nos permitan ir más allá de lo que sabemos hoy en día. Tal vez sea la expectativa de poder poner a prueba sus modelos con la observaciones de la sonda Planck, la causante de tanto ajetreo. Sea como fuere, da gusto ver como la curiosidad humana guiada por el método científico nos aproxima al conocimiento de los grandes misterios del Universo. No solemos darnos cuenta, pero somos la primera generación que tenemos respuestas razonables a cómo es el Universo.

Pero todavía queda mucho por saber. De no ser así, no existiría la ciencia.

Probablemente hayan oído en más de una ocasión que no tiene sentido preguntarse que paso o que hubo antes del BigBang. Pero en opinión de Marc Kamionkowski, Caltech's Robinson Professor of Theoretical Physics, esto no es del todo cierto.

Kamionkowski, junto con Adrienne Erickcek y Sean Carroll han publicado un paper en Physical Review D y del cual se hacen eco los portales de Physorg.com y Astronomy.

Lo que proponen es que antes de la época de la inflación, es decir, en tiempos inferiores al primer segundo, existía un campo de energía llamado curvaton (no traduzco el nombre porque no sé muy bien como traducirlo) el cual no sería perfectamente homogéneo y dicha desviación de la homogeneidad debería afectar al proceso de inflación y sus consecuencias deberían poder detectarse en la radiación cósmica de fondo.

Dicha radiación son ondas electromagnéticas que llevan viajando por el Universo desde que este tenía una edad de unos 300000 años. Como el Universo ha estado y está en expansión, dichas ondas se han ido alargando con el paso del tiempo, es decir, su frecuencia se ha ido haciendo más y más pequeña de tal modo que hoy las detectamos como microondas. Al hablar de dicha radiación es común hacerlo en términos de temperatura, la cual se representa gráficamente con colores, los colores fríos (azules) representan las ondas de menos energía y los colores cálidos (rojos) la de mayor energía. La radiación es muy uniforme. Independientemente hacia donde apuntemos nuestras antenas para captarla, en promedio siempre medimos lo mismo, las variaciones de unos puntos a otros son tremendamente pequeñas. Los valores entre los que oscilan son 2.7251 y 2.7249 grados Kelvin. De dicha radiación se puede obtener información de lo que aconteció en el Universo primigenio. Si la propuesta teórica de Kamionkowski, Erickcek y Carroll es correcta, en las futuras observaciones de la radiación de fondo que realizará la sonda Planck se debería detectar mayor cantidad de puntos fríos que calientes.

Hasta ahora era comúnmente aceptado que de la época anterior a la inflación no podríamos saber nada. Pero de ser correcto este modelo, por primera vez tendríamos la oportunidad de echar un vistazo a que paso antes. Al menos en esos términos se ha expresado Kamionkowski.

Créditos de la imagen: NASA/WMAP Science Team

Ismael Pérez Fernández.