miércoles, diciembre 10, 2014

Cómo buscamos planetas extrasolares

Como seres humanos vivimos una época increíble, formamos parte de la primera generación de nuestra especie que está buscando y encontrando planetas alrededor de otras estrellas. Este, buscar otros planetas alrededor de otras estrellas, es uno de los primeros pasos que hay que dar para intentar buscar vida en otros mundos.

Para buscar planetas utilizamos dos técnicas distintas, se las conoce con el nombre de “tránsito” y “velocidad radial”. Veamos brevemente en que consisten:

Técnica de la velocidad radial: Siempre asumimos que en un sistema planetario la estrella está en el
centro y los planetas orbitan alrededor de esta en órbitas circulares, pero esto no es más que una aproximación. Las órbitas no son circulares sino elípticas, algunas más, otras menos. Además, en realidad, los planetas giran alrededor del centro de masas del sistema. De hecho, como se sabe, no solo  la estrella causa un tirón gravitatorio sobre los planetas sino que también la estrella experimenta el tirón gravitatorio de los planetas. La consecuencia es que la estrella no está fija sino que también gira alrededor del centro de masas del sistema. La estrella suele contener la mayor cantidad de masa de todo el sistema planetario, lo cual implica que el centro de masas del sistema o esta dentro de la estrella o tremendamente próximo a la misma. La consecuencia de esto es que el movimiento de la estrella no es fácilmente apreciable, ya que su desplazamiento es pequeño. Midiendo este desplazamiento se puede deducir la existencia de planetas alrededor de la estrella.

Técnica del tránsito: la idea es sencilla. Se necesita un telescopio lo suficientemente potente como para detectar el cambio de brillo en una estrella. Imaginemos una estrella que tiene algún planeta a su alrededor, si observamos la estrella durante un periodo de tiempo lo suficientemente amplio, es posible que los planetas que estén a su alrededor acaben pasando por delante de la estrella. Al suceder esto, es obvio que el planeta bloqueará parte de la luz que emite la estrella, causando así una disminución del brillo que detectamos con nuestro telescopio. Dicha disminución del brillo tiene que tener un patrón concreto para poder saber que es debido al tránsito de un planeta. Actualmente tenemos un telescopio espacial, el Kepler, que utiliza esta técnica para encontrar planetas alrededor de otras estrellas.


Ambas técnicas no son excluyentes sino todo lo contrario. Podemos observar la misma estrella con las dos técnicas y combinar la información que podemos extraer con cada una de ellas. Por ejemplo, con la técnica del tránsito podemos deducir el tamaño del planeta y con la técnica de la velocidad radial podemos deducir su masa. Si tenemos la masa del planeta y su volumen(que podemos calcular una vez que tenemos su tamaño), entonces podemos calcular su densidad y por lo tanto ya podemos hacernos una idea de que materiales está hecho. Con estos datos también sabemos la gravedad que tiene, también con la técnica de la velocidad radial podemos deducir la distancia a la que el planeta se encuentras de la estrella, y por lo tanto podemos saber como de caliente está este, conociendo su gravedad y su temperatura podemos saber que elementos ha podido retener el planeta para formar una atmósfera.

Somos capaces de observar estrellas que están años luz y apreciar pequeños cambios en su posición y en su brillo, deduciendo así que allí hay planetas. No solo eso, sino que somos capaces de averiguar algunas de las características de esos planetas extrasolares. No está nada mal para unos homínidos que hace no mucho tiempo, su mayor hazaña, era simplemente empezar a andar erguidos por la sabana y alzar su cabeza al firmamento.