En un comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA) se anuncia el éxito que está teniendo la misión CoRoT, la cual ha descubierto seis nuevos exoplanetas, es decir, planetas que orbitan alrededor de otras estrellas.
El sistema que CoRoT usa para detectar planetas extrasolares se basa en la cantidad de luz recibida de una estrella. La idea es como sigue, una estrella emite una cierta cantidad de luz, pero si tiene algún planeta al su alrededor, cuando éste se coloque en la línea de visión que une la estrella con el observatorio, en este caso CoRoT, el planeta bloqueará una cierta cantidad de rayos de luz que nunca alcanzarán el observatorio, en consecuencia, se observará una disminución en la cantidad de luz que proviene de la estrella.
¿Pero como saber si el objeto que causa la bajada en la cantidad de luz recibida es realmente un planeta? Por ejemplo, podría darse el caso de que no fuera un planeta sino una enana marrón, esto es, una estrella que no tiene la masa suficiente como para que en su interior se desencadenen los procesos de fusión nuclear que hacen que las estrellas brillen. Para poder discernir si lo que está girando alrededor de la estrella es un planeta, se usan otras técnicas en combinación con la técnica de tránsito empleada por CoRoT. Principalmente lo que se busca desde otros observatorios es detectar el efecto Doppler en la luz de la estrella en la que se ha detectado algún transito. Cuando decimos que un objeto gira entorno a otro debido a la interacción gravitatoria, realmente lo que sucede es que ambos cuerpos giran alrededor del centro de masas del sistema. En los sistemas planetarios la mayor cantidad de masa está concentrada en la estrella y por lo tanto el centro de masas de todo el sistema estará más menos próximo a dicho centro, pero no coincidirá con él y por lo tanto la estrella tendrá un ligero movimiento que la hará acercarse y alejarse periódicamente de nosotros, lo cual se traduce en que la frecuencia de su luz, es decir, su color, variará debido al efecto Doppler. Cuando un objeto que emite luz se acerca hacia nosotros la frecuencia de la luz por él emitida se hace más alta, a lo que se conoce como corrimiento al azul, y si se aleja, la frecuencia baja, a lo que se le llama corrimiento al rojo.
Detectando el cambio en el color de la luz podemos deducir la masa del objeto que esta orbitando la estrella y por lo tanto podemos saber si se trata de un planeta o de algo más grande.
Hasta la fecha CoRoT ha detectado un total de 15 exoplanetas, los últimos tienen características diferentes bien diferentes. Por un lado CoRoT-8b, es el más pequeño de los detectados pero aun así tiene el 70% del tamaño y la masa de Saturno, lo cual comparado con la Tierra sigue siendo ciertamente grande. Por otro lado, los planetas CoRoT-10b, CoRoT-11b, CoRoT-12b, CoRoT-13b y CoRoT-14b son mucho más grande y entran dentro de la categoría de “Júpiter calientes”, pero el más grande es CoRoT-15b, el cual es 60 veces más masivo que Júpiter, esto no es un planeta, estamos ante una de esas enanas marrones.
Desde medidos de la década de los noventa no hemos parado de detectar planetas que giran alrededor de otras estrellas, lo cual demuestra que los sistemas planetarios no son algo raro. Pero de momento lo limitado de nuestra tecnología nos impone unos límites a la hora detectar planetas similares a la Tierra, en lo que a tamaño y masa se refiere, no obstante, por fortuna esto es algo que según pasa el tiempo va cambiando, en el futuro cercano podremos detectar planetas similares a la Tierra y no sólo eso sino analizar la luz que dichos planetas reflejan procedente de su estrella, lo cual nos permitirá conocer la composición de sus atmósferas y poder así empezar a elucubrar sobre que procesos hacen posible que tengan las atmósferas que tienen.
En la imagen se puede apreciar la caída en la cantidad de flujo luminoso debido al transito de CoRoT-11b.
Image Credits:Image courtesy of D. Gandolfi [Gandolfi et al, 2010]
Ismael Pérez Fernández.
El sistema que CoRoT usa para detectar planetas extrasolares se basa en la cantidad de luz recibida de una estrella. La idea es como sigue, una estrella emite una cierta cantidad de luz, pero si tiene algún planeta al su alrededor, cuando éste se coloque en la línea de visión que une la estrella con el observatorio, en este caso CoRoT, el planeta bloqueará una cierta cantidad de rayos de luz que nunca alcanzarán el observatorio, en consecuencia, se observará una disminución en la cantidad de luz que proviene de la estrella.
¿Pero como saber si el objeto que causa la bajada en la cantidad de luz recibida es realmente un planeta? Por ejemplo, podría darse el caso de que no fuera un planeta sino una enana marrón, esto es, una estrella que no tiene la masa suficiente como para que en su interior se desencadenen los procesos de fusión nuclear que hacen que las estrellas brillen. Para poder discernir si lo que está girando alrededor de la estrella es un planeta, se usan otras técnicas en combinación con la técnica de tránsito empleada por CoRoT. Principalmente lo que se busca desde otros observatorios es detectar el efecto Doppler en la luz de la estrella en la que se ha detectado algún transito. Cuando decimos que un objeto gira entorno a otro debido a la interacción gravitatoria, realmente lo que sucede es que ambos cuerpos giran alrededor del centro de masas del sistema. En los sistemas planetarios la mayor cantidad de masa está concentrada en la estrella y por lo tanto el centro de masas de todo el sistema estará más menos próximo a dicho centro, pero no coincidirá con él y por lo tanto la estrella tendrá un ligero movimiento que la hará acercarse y alejarse periódicamente de nosotros, lo cual se traduce en que la frecuencia de su luz, es decir, su color, variará debido al efecto Doppler. Cuando un objeto que emite luz se acerca hacia nosotros la frecuencia de la luz por él emitida se hace más alta, a lo que se conoce como corrimiento al azul, y si se aleja, la frecuencia baja, a lo que se le llama corrimiento al rojo.
Detectando el cambio en el color de la luz podemos deducir la masa del objeto que esta orbitando la estrella y por lo tanto podemos saber si se trata de un planeta o de algo más grande.
Hasta la fecha CoRoT ha detectado un total de 15 exoplanetas, los últimos tienen características diferentes bien diferentes. Por un lado CoRoT-8b, es el más pequeño de los detectados pero aun así tiene el 70% del tamaño y la masa de Saturno, lo cual comparado con la Tierra sigue siendo ciertamente grande. Por otro lado, los planetas CoRoT-10b, CoRoT-11b, CoRoT-12b, CoRoT-13b y CoRoT-14b son mucho más grande y entran dentro de la categoría de “Júpiter calientes”, pero el más grande es CoRoT-15b, el cual es 60 veces más masivo que Júpiter, esto no es un planeta, estamos ante una de esas enanas marrones.
Desde medidos de la década de los noventa no hemos parado de detectar planetas que giran alrededor de otras estrellas, lo cual demuestra que los sistemas planetarios no son algo raro. Pero de momento lo limitado de nuestra tecnología nos impone unos límites a la hora detectar planetas similares a la Tierra, en lo que a tamaño y masa se refiere, no obstante, por fortuna esto es algo que según pasa el tiempo va cambiando, en el futuro cercano podremos detectar planetas similares a la Tierra y no sólo eso sino analizar la luz que dichos planetas reflejan procedente de su estrella, lo cual nos permitirá conocer la composición de sus atmósferas y poder así empezar a elucubrar sobre que procesos hacen posible que tengan las atmósferas que tienen.
En la imagen se puede apreciar la caída en la cantidad de flujo luminoso debido al transito de CoRoT-11b.
Image Credits:Image courtesy of D. Gandolfi [Gandolfi et al, 2010]
Ismael Pérez Fernández.