martes, agosto 27, 2013

Comprendiendo la extraña dieta del agujero negro del centro de la galaxia

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, es un conjunto de estrellas, gas, polvo y materia oscura. El gas, el polvo y las estrellas dan una forma de espiral a la galaxia. Los brazos espirales giran poco a poco a través de los eones de la eternidad. En el centro de galaxia, escondido, oculto, sin brillar por sí mismo, se encuentra un monstruoso agujero negro.

Los agujeros negros no emiten luz ni la reflejan, todo lo que cae en ellos es absorbido, incluso la luz. Así pues, no podemos observarlos directamente, pero no está todo perdido, podemos saber de sus características por otros métodos.

El agujero negro del centro de nuestra galaxia se ha descubierto haciendo uso de la radioastronomía y estudiando el movimiento de las estrellas cercanas al mismo. Al observar el centro de la galaxia con ondas de radio encontramos dos zonas interesantes, que se han denominado Sagitario A y Sagitario B. Esta última parece ser una región de formación estelar, es decir, es una zona donde se están formando nuevas estrellas. En cuanto a Sagitario A, la mayor sorpresa que nos ha deparado es que tiene una compañera, Sagitario A* (Sgr A*), la cual parece ocupar realmente el centro de la galaxia.

miércoles, agosto 21, 2013

A la caza de las primeras galaxias

Las galaxias, conjuntos descomunales de gas, estrellas y polvo, a los que no hace mucho tiempo se les llamaba universos islas. Parecía que eran los bloques fundamentales a gran escala del universo, hasta que los recientes descubrimientos de la existencia de la materia y la energía oscura, pusieron sobre la mesa que son ellas y no las galaxias, las responsables de la mayor parte del universo.

Si miramos las galaxias que pueblan nuestro vecindario cósmico, veremos con facilidad que las podemos clasificar según la forma que tienen, principalmente las podemos clasificar en galaxias espirales. La principal característica de estas es que tienen, como su nombre indica, forma de espiral. Algunas de ellas reciben el nombre de espirales barradas, porque en su centro tienen una especie de barra. Nuestra galaxia, la Vía Láctea, es una espiral barrada. Otro tipo de galaxias son la elípticas, y con ver su nombre ya sabemos que forma tienen. El tercer grupo de esta clasificación recibe el nombre de galaxias lenticulares, de las cuales podemos decir, que en lo que a su forma se refiere, parecen encontrarse a un paso intermedio entre ser una galaxia espiral o una elíptica. Por último, nos quedarían las galaxias que parecen no tener una forma definida, las galaxias irregulares.

miércoles, agosto 07, 2013

El Spiderman del reino animal

Quien más quien menos habrá leído algunos cómics de Spiderman, o habrá visto alguna de las películas de dicho personaje, que han circulado por las salas de cine en los últimos años.

Este intrépido superhéroe salta de edificio en edificio, usando su telaraña para evitar estamparse contra el suelo, en el caso de que algo vaya tremendamente mal. Se supone que Spiderman tiene las capacidades de una araña pero a escala humana, todos hemos visto a las arañas tejer sus famosas telas, sabemos de su increíble fuerza, y las hemos visto descender usando sus hilos de seda. La cuestión es, ¿alguien ha visto saltar a las arañas de un sitio a otro? Pues bien, hay arañas que si que saltan, una de ellas es la especie Hasarius adansoni, típica de climas cálidos, es fácil encontrarla en lugares como Japón, Taiwan y Australia(1).

viernes, agosto 02, 2013

El azar y la necesidad

Este libro es todo un clásico dentro de la filosofía de la ciencia de la biología, en concreto, dentro de la filosofía de la teoría de la evolución.

Monod, Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1975 aborda las implicaciones filosóficas de la evolución. Enumera otras filosofías relacionadas con el tema como el animismo y el vitalismo, para mostrar a lo largo del resto del libro lo erróneo de dichas filosofías. Esto lo hace, no mediante una refutación explícita de las mismas, sino mediante la exposición de los fundamentos microbiológicos que respaldan la evolución. De esos hechos se deriva que tanto el vitalismo, como el animismo en cualquiera de sus formas, son erróneos.

En la última parte del libro Monod da un paso más y reflexiona sobre nuestras sociedades actuales, las cuales, basadas por completo en los frutos de la ciencia, al mismo tiempo la rechazan y no la aceptan. Se aceptan los productos de la ciencia pero se reniega de su mensaje central, un mensaje que destruye por completo las visiones animimistas en las que se basan, de una u otra forma, la práctica totalidad de las religiones del mundo.

Un libro ciertamente recomendable, que induce a pensar sobre muchos temas. Por ponerle una pega, diría que la parte en la que explica los fundamentos moleculares y químicos de la evolución, a veces, pueden resultar un poco complicados de seguir si nunca antes se ha leído sobre lo mismos.

En resumen, un buen libro. Si estáis interesados en pensar y aprender sobre la evolución y sus implicaciones filosóficas, "El azar y la necesidad" debería ser de obligada lectura.