miércoles, junio 16, 2010

Tiramos el dinero para oscurecer las estrellas

Fíjense en la siguiente imagen:

Caption by William L. Stefanov, NASA-JSC

¿Preciosa verdad? La imagen lo tiene todo, el reflejo de la luz de la Luna sobre el mar, la luz de ciudades como Lyon salpicando la oscuridad de la noche, pequeñas nubes sobre las ciudades... Pero la pregunta realmente interesante es ¿cómo es posible esta foto? Es posible porque tenemos la Estación Espacial Internacional orbitando la Tierra, pero además, y esto es lo más importante, la foto es posible por que una gran parte del alumbrado público de las ciudades sale proyectado hacia el espacio. Esto es un problema al que se conoce como contaminación lumínica. La contaminación lumínica es la causante de que por las noches no podamos ver apenas estrellas en el cielo, desde un sitio oscuro y si nuestros ojos no tiene defectos podemos distinguir a simple vista unas 6000 estrellas en una noche sin Luna, lo cual es una nimiedad comparado con los 100000 millones de estrellas que tiene la Vía Láctea, que es la galaxia a la que pertenecemos.

Podríamos argumentar en contra de la contaminación lumínica que nos priva de ver el firmamento y que hace que los astrónomos profesionales y aficionados tengamos serios problemas a la hora de realizar observaciones, pero puedo imaginar que alguien egoísta o pasota todo esto le de lo mismo y no vea razón alguna para preocuparse por dicha contaminación. También podríamos preguntar a biólogos si tanta luz por las noches no trastorna a la fauna nocturna, pero una vez más no es difícil imaginar a alguien que los problemas de dicha fauna debidos a la contaminación lumínica le dan completamente igual y sigue sin ver porque debería preocuparse por el asunto.

Bien, si las razones anteriores no convencen, hay otra, que por muy egoísta que se sea no les va a dejar indiferentes, más bien al contrario. Recuerdo cuando estudie algo de luminotecnia (que tiempos aquellos) que lo que se persigue es que la luz se dirija al plano de trabajo. Por ejemplo, si quieres poner una lámpara para trabajar en una mesa, el plano de trabajo es la superficie de la mesa ya que es ahí donde se debe intentar conseguir las condiciones optimas de iluminación para poder ver con claridad y realizar cómodamente las tareas a las que te dediques. En el caso del alumbrado publico el plano de trabajo es el suelo, ya que lo que interesa es que esté lo suficientemente bien iluminado como para que podamos ver con claridad los obstáculos que se nos presenten y evitar así posibles accidentes. Como bien demuestra la imagen, hay una buena cantidad de luz que se pierde hacia el espacio y que no va hacia el plano de trabajo como sería de desear, es decir, estamos mal gastando una buena cantidad de luz, y la luz, como sabemos, no es gratis, ya que para generarla consumimos energía y ésta cuesta dinero, una realidad que se nos hace dolorosamente patente cada vez que nos llega el recibo de la luz a nuestras casas. Dicho de otro modo, dado que el alumbrado público lo pagamos entre todos estamos literalmente tirando nuestro dinero a la basura, ya que esa luz que se pierde, además de generar los problemas antes mencionados, no se utiliza para absolutamente nada.

En un comunicado de prensa de la Universidad Complutense de Madrid emitido en el año 2007 (El derroche energético en el alumbrado público de España ya es oficial), se pone de manifiesto el incremento derroche de dinero que supone la contaminación lumínica, en el comunicado podemos leer:

El gasto en alumbrado público supone al año cerca de 450 millones de euros, de los cuales más del 50 por ciento no es flujo útil que ilumine las calles, sino que se pierde hacia el cielo, o ilumina los árboles y fachadas provocando esta contaminación lumínica.


Y esto son datos de 2007, hoy, tres años después y dado que el consumo no deja de crecer los datos serán ciertamente peores. ¿Por qué luchar contra la contaminación lumínica? Porque, no nos deja disfrutar de los cielos estrellados, porque hace que la realización de una ciencia como la astronomía sea más difícil de lo que debería ser, porque puede causar (no sé si lo causa) problemas a la fauna nocturna, y si esto no te importa no olvides que la contaminación lumínica consiste en que pagues por una luz que jamás vas a utilizar.

Lo dicho, la contaminación lumínica consiste en tirar nuestro dinero a la basura para oscurecer el firmamento.


Ismael Pérez Fernández.