lunes, octubre 01, 2012

Naukas2012 la divulgación convertida en espectáculo

Por desgracia todo pasa y Naukas2012 ya es historia, pero que gran historia. Es sorprendente lo que la gente con pasión puede llegar a conseguir. He tenido la fortuna de compartir cuatro magníficos días con, los que a buen seguro, son los mejores divulgadores del panorama nacional. No sólo aprendí de ellos sino que además muchos de ellos convirtieron sus intervenciones en algo único, llenas de humor, de espectáculo y de información. Con su labor hacen que la comunicación de la ciencia sea algo único e irrepetible, consiguen que el aprender sea más fascinante y divertido de lo que lo es. Durante las jornadas, en más de una ocasión, me acorde de Demócrito de Abdera. Veréis, cuentan que para Demócrito la vida consistía en aprender y disfrutar y para él ambas cosas eran lo mismo, así pues, cada vez que un nauker(ya sabéis que amazings ha cambiado de nombre a naukas) estaba en el escenario quedaba patente que estábamos ante un Demócrito.

Me duele que lo único que pude brindar a todos los compañeros que subieron al escenario fuera únicamente mi aplauso y mi agradecimiento, se merecen más, mucho más.

Es importante no olvidar que si todo esto ha sido posible, ha sido por el gran trabajo que han realizado, Iñako, Javier, Miguel, Antonio, José, y muchas otras personas anónimas pero que estuvieron trabajando para que todo saliera a pedir de boca, a todos ellos gracias, gracias y gracias, tenéis mi agradecimiento, admiración y cariño, sé que esto no compensa el trabajo y esfuerzo que habéis realizado pero tampoco creo que haya una forma de pagar el conseguir hacer que la ciencia llegue a cada vez más personas.

La experiencia personal

Me lo he pasado en grande, desde el aeropuerto, donde coincidí con otros naukers, todo presagiaba que la experiencia del año anterior se iba a repetir o incluso iba a ser mejor. El jueves y el viernes para mí fueron tranquilos disfrutando del evento y de la gastronomía de Bilbao, ¡qué buenos están los pintxos! 

Fuera del evento tuve algunos momentos ciertamente divertidos, como la comida en la Plaza Nueva con @Mapoto, @EugenioManuel y @biogeocarlos, estuvimos riéndonos casi todo el rato, y en los ratos en los que no, fue porque estábamos muy ocupados devorando los pintxos que habíamos pedido. Especial mención se merece la anécdota de que al principio nos sentamos en la terraza que no era, sí, somos así de inteligentes, elegimos un bar y nos sentamos en la terraza de otro. Esto nos dio para no pocas bromas, en plan, “cuatro naukers, aka, las mentes más privilegiadas del país, no son capaces de sentarse en la terraza que corresponde”.

El sábado era para mí, el día, era el encargado de abrir las jornadas con la primera charla del día. Los nervios ya empezaron a aflorar desde la noche anterior, y los cinco minutos anteriores a la charla son siempre de infarto, las manos se me vuelven frías como el hielo al mismo tiempo que me sudan, el corazón empieza a latir más fuerte, o eso es lo que me pareció, parece que los nervios toman el control de mi y no puedo parar quieto, tengo que estar andando sin parar, adelante, atrás, adelante, atrás… Al alzar la vista veía que el auditorio se llenaba hasta la bandera, 500 personas que se han levantado temprano un sábado para escuchar lo que les quieres decir, en ese momento la responsabilidad por hacerlo bien, la responsabilidad por conseguir que su madrugón no sea en balde pesa como una losa de hormigón, al final la espera termina, subes y lo haces lo mejor que puedes, ¿salió bien o mal? No lo sé, siempre me quedo con la misma sensación de que pude haberlo hecho mucho mejor y prometo que para la próxima ocasión intentaré mejorar con todas mis fuerzas.

Pasado los primeros minutos del sábado y con él los nervios, todo fue disfrutar sin parar. Menudas charlas, sobre todo la de Natalia y el discurshow de Xurxo, estupefacto me quedé.

El colofón a todo el evento fue una espectacular cena, riquísimo todo, y en muy buenas cantidades, vamos que nos costo trabajo acabar con todo, especial mención se merece el chuletón, una pieza de carne de 1Kg, al cual la camarera se refirió como “chuleta”, lo cual nos brindo no pocas risas.

En fin, cuatro días inolvidables en los que no he parado de disfrutar, aprender y pasarlo bien, espero que si todo va bien nos veamos en Naukas2013.