viernes, septiembre 19, 2008

¿PARA QUÉ DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS?

Para nada ya que por lo visto, defenderlos no es un servicio publico. Al menos eso parece que es lo que piensa el gobierno de España. Me he encontrado con esta desagradable noticia en el blog de ElPez, el cual se hace eco de la noticia publicada en el diario El País.

Según leo en el diario, desde el Ministerio de Industria se ha denegado la concesión del sello a dos anuncios de Amnistía Internacional (AI) que permitiría emitirlos de forma gratuita en los canales de televisión. ¿Por qué se le ha denegado el sello? Porque según Industria no es de “carácter benéfico” y ni es de “servicio público”.

Pero vamos a ver señores de Industria, si por benéfico se refieren a que no se va a conseguir dinero para llevar acabo alguna acción de ayuda, pues vale no es benéfico. No obstante la ayuda no tiene por qué ser siempre económica. Pienso que denunciar las violaciones de los derechos humanos allí donde se produzcan para que la ciudadanía lo sepamos es una gran labor benéfica, ya que como es obvio, (bueno por lo visto no tanto) ello redundara en beneficio de la sociedad.

La segunda parte de la justificación, a saber, “no es de servicio público”, es para llorar y no parar, defender los derechos humanos, es defender los derechos de todos nosotros, los humanos, me cuesta imaginar mayor servicio público.

Lo triste es que no es la primera vez que pasa, ya el 8 de Febrero de este mismo año, escribí por aquí sobre la campaña de AI: El poder tu voz. Ante la cual el gobierno tomo la misma decisión que con la campaña actual, incluso fue peor ya que se multaría con 300000 euros a las cadenas que lo emitieran.

En fin, lamentable que un gobierno que está cada dos por tres diciendo que los derechos humanos esto, y lo otro y bla, bla, bla... luego demuestre con hechos como la fuerza se les va por la boca. Lo cierto es que la nueva campaña de AI paradójicamente a quien más falta parece hacerle es al gobierno. Como bien dice el lema de dicha campaña: Si nadie dice nada es como si no existiera.

Ismael Pérez Fernández.