Galán adopta el papel de creyente y afirma que el libro es una defensa del catolicismo desde su postura de creyente, pero que no por ello va a faltar a la verdad (ya sabéis, la verdad os hará libres). Así que procede a explicar el catolicismo con una ironía que inunda toda la obra y que en más de una ocasión arranca sonrisas al lector, ahora mismo me vienen a la cabeza frases como "... Dawkins otro que está opositando para el infierno..." o "...Nosotros lo haremos siempre a favor de los creacionistas. Ya sé que no tenemos pruebas mientras que la parte contraria las tiene todas...".
Resumiendo que si quieres leer una crítica al catolicismo que este documentada y a la vez sea amena, incluso divertida, este probablemente es el libro que andas buscando. Si os animáis leerlo, no obviéis las notas a pie de página porque hay muchas que no tienen desperdicio.
Ismael Pérez Fernández.