jueves, junio 09, 2011

Carta a un racista

Querido racista, probablemente no sepas que lo eres, tranquilo, esto es algo muy común ya que ninguno solemos describirnos como malas personas. Al menos no conozco a nadie que ante la pregunta ¿cómo te describirías? Conteste con un “veamos, para empezar soy racista...”, claro, que esto no es patrimonio sólo tuyo, es algo que compartes con machistas, xenófobos, homófobos y demás ralea. Será porque en el fondo, el racismo, la homofobia, la xenofobia etc. vienen a ser lo mismo.

Para mantener estas posturas se necesita mucho prejuicio, mucha creencia, mucha ignorancia y por supuesto rechazo e indiferencia a contrastar lo que se piensa con la realidad, pero de esto, probablemente ni eres consciente. Además, no nos vamos a engañar que no eres un caso raro, prejuicios, creencias e ignorancia, tenemos todos, la diferencia tal vez estriba en que algunos son consciente de ellos y tiene más cuidado antes de llegar a conclusiones y otros como es tu caso, no lo saben o les da directamente lo mismo.

En España, país donde resido, es común escuchar varias formas de justificar estas posturas. Una de ellas es negando la mayor, es decir, negando que se es racista. No sé cuantas veces habré oído la expresión “yo no soy racista pero...” y automáticamente sabes que lo que viene después es una burrada de tal calibre que se hace perentorio el buscar algún asidero para evitar desplomarte ante la barbaridad que van a soltar. Una vez más, en esto no eres muy original ya que también se escucha “yo no soy machista pero...”, “yo no soy homófobo pero...”, frases que podríamos catalogar como grandes excusas de la humanidad para no ver lo obvio.

Pero lo mejor, es inventarse la realidad para que case con tus creencias racistas, lo cual es una conducta lógica ya que si la realidad no casa con tus creencias racistas sólo hay dos opciones, abandonarlas o inventarte una realidad alternativa que si cuadra con tu visión de cómo son las cosas. Es común también oír la afirmación de que el 90% de los presos (la versión puede cambiar entre el 80% y el 90%) son extranjeros y sin saber muy bien por qué esto sirve de “argumento” para despotricar sobre los mismos y dar rienda suelta a un buen repertorio racista. Pero la verdad es que para empezar parece que no lo has pensado muy bien. Supongamos que ese dato es cierto, de ahí no se puede sacar una conclusión que justifique el racismo, ¿por qué? Porque el 90% de los presos es una muestra muy pequeña de extranjeros, por definición extranjeros son todos los que no son de este país, es decir, la inmensa mayoría de la población mundial. Por lo tanto la muestra no es significativa, no se puede sacar una conclusión que condene o atribuya alguna clase de tara, maldad, etc. al resto de seres humanos. Este tipo de razonamientos no son tales, son más bien pseudoracionamientos.

Pero vayamos al meollo de esa afirmación ¿de donde ha salido ese dato? Tal vez se lo has escuchado a alguien, o lo has leído en la prensa o directamente te lo has inventado por qué te viene bien para justificarte. Pero no todo el campo es orégano y a algunos nos da por buscar y contrastar esos datos, no vaya a ser que directamente nos estén engañando. Esto antes podía ser más complicado, pero hoy en día con Internet la cosa es mucho más sencilla.

Simplemente tenemos que ir a la página del Ministerio del Interior donde se encuentran las estadísticas de penitenciaria. Allí podemos ver que podemos consultar distintos datos por meses o incluso semanas. Los datos relevantes para lo que queremos saber son las opciones "extranjeros por sexo" donde nos aparece el numero de varones extranjeros, mujeres extranjeras así como el número total de extranjeros que es el dato que nos interesa. Por otro lado tenemos que consultar la opción "población reclusa por sexo" donde nos viene el número de varones, el de mujeres y el total de presos, una vez más este último dato es el que nos interesa. Aahora sólo nos queda calcular el % que representa la población reclusa extranjera sobre el total. El ejercicio lo he hecho desde Enero del 2010 hasta Marzo de este año, he parado en Marzo porque es el último mes para el que hay datos. Si ponemos los datos en un pequeño gráfico la realidad nos golpea en la cara:


Como se puede observar, el porcentaje de presos extranjeros no es el 90, ni el 80, ni el 70... es sencillamente el 35% más o menos, por lo tanto la mayoría de reclusos, es decir, cerca del 65% son producto nacional, de seguir tu enfermiza forma de razonar deberíamos de ser racistas respecto a nosotros mismo, absurdo ¿verdad? Para los maniáticos de la precisión os dejo los datos que he extraído en forma de tabla:


No debemos creernos todo lo que oímos o leemos, máxime cuando tenemos al alcance de la mano el poder comprobarlo por nuestros propios medios. Si, ya sé que probablemente mires para otro lado y sigas obviando la terca realidad que te dice a gritos que estás equivocado. Pero al menos ,si tú no haces caso, espero que el resto se de cuenta de lo peligroso que es dejar que los datos falsos circulen por la sociedad disfrazados de verdades fundamentales.

Ismael Pérez Fernández.

Un vidente recomienda homeopatía

En el mundillo de lo paranormal ellos se lo guisan y ellos se lo comen, si te tienen que recomendar un médico, en lugar de ello, te recomendarán un curandero con poderes o en su defecto un homeópata, es decir, un practicante de una pseudociencia que después de poco más de dos siglos de existencia sigue sin haber demostrado científicamente que funcione, ahora, como de costumbre, creyentes no le faltan.

A continuación reproduzco una entrada del estupendo blog Enchufados(si no lo conocéis estáis tardando) en la que transcriben el dialogo entre un vidente y su cliente. Agarraros bien a la silla que la colección de disparates es tan sublime que lo mismo acabáis en el suelo de la impresión.

Esta es la transcripción de un fragmento de vídeo visto este miércoles (6 de Abril) en el Intermedio (vídeo 2, minuto 20’30”). En ella, una mujer (presumiblemente anciana) llama al programa nocturno del vidente Sandro Rey de La Sexta, para preguntar por la salud de su nieta. Se produce entonces la siguiente conversación:



—Hola, buenas noches.
—Hola buenas noches.
—¿En qué le puedo ayudar señora?
—Pues quería saber por la salud de una nieta.
—La salud de su nieta… hombre, aquí lo que más salen son alergias e insuficiencias respiratorias. ¿Cómo se llama usted?
—Yo soy Leo.
—Pues lo que veo más es cansancio físico o psíquico, o sea, “farta” de oxígeno, alguna alergia, algún problema en las vías respiratorias, las fosas nasales, faringe, bronquitis… eso es lo que yo le veo a esta nena. Pero no le veo nada malo, es pasajero, o sea…
—No, no, no… la niña no tiene eso eh, nada de eso.
—Bueno, eso es lo que yo estoy viendo.
—No, no, no, no.
—¿Qué tiene la niña?
—La niña tiene una enfermedad que le llaman Crohn, el Crohn. Y alergia no tiene ninguna.
—Sí… bueno, piense que… pero piense que esa enfermedad le crea una insuficiencia respiratoria. Eso no lo digo yo, lo dicen los doctores de…
—De momento no la tiene.
—Bueno, esa enfermedad, normalmente, los doctores de este país lo saben, crea a medida que va pasando el tiempo una insuficiencia respiratoria y las defensas al estar muy débiles también crean alergias, alergias internas-externas, o sea… Esa es la enfermedad que usted dice que tiene esa nena. Pues muy bien, pero deriva, deriva… o sea, lo que yo digo estoy diciendo es deriva. Y ella, aunque ahora no lo tenga no quiere decir que no lo vaya a tener pero yo, a la nena, lo que sí le recomiendo es que la pongáis en manos de un buen homeópata.

Es decir, que el tipo le diagnostica a la nena alergia, insuficiencias respiratorias, cansancio físico, cansancio psíquico, falta de oxígeno, problemas en las fosas nasales, la faringe, bronquitis… todo ello pasajero. Y cuando la nena resulta tener una enfermedad crónica intestinal este señor insiste en que ha acertado ¡y le recomienda acudir al homeópata! Desde luego, el que no se consuela es porque no quiere. Por no hablar de su total desconocimiento de la enfermedad de Crohn o las alergias (más le vadría tener un buen acceso a Google y dejar de darle vueltas a la dichosa bolita). Quizás su único acierto (pura poesía) haya sido afiliarse tan oportunamente con esos timadores reconocidos. Habría que incluir una advertencia de este tipo en los medicamentos homeopáticos:



Es de chiste y tendría muchísima gracia si no fuese tan real. Hay gente, especialmente la más vulnerable, que confía verdaderamente en estos estafadores. Y lo malo no es que necesiten una palabra de consuelo y alguien se la proporcione. Supongo que alguien que llama a un programa así tiene una pregunta que no sale de su cabeza y sólo desea darle solución de forma positiva (si recibiese una mala noticia, la preocupación no se disiparía y eso lo saben bien los videntes timadores). Lo malo es cuando este consuelo pretende sustituir al consejo oportuno de un experto, suplantar al médico, cuando se atreve a dar diagnósticos y a sugerir tratamientos. Entonces pone en verdadero riesgo la salud de quien confía en él, a veces más que en su propio médico.

¿No se podrían prohibir este tipo de conductas? ¿denunciar al estafador por negligente en casos parecidos? Sería tan sencillo como obligarles a dar una respuesta estándar cuando se trate de temas médicos. Podría incluso estar grabada, una voz en off que resonaría en el plató automáticamente ante la llamada oportuna: “Las autoridades sanitarias advierten que este intrigante no está autorizado a estafarle en temas relacionados con su salud. Si busca consejo, hable con su médico”. A fin de cuentas, no creo que las cajetillas de tabaco sean mucho más perjudiciales que estos señores.


Ismael Pérez Fernández.