jueves, noviembre 19, 2009

Y dale con la Luna lunera

Hace un par de días publiqué un post, en el cual mostraba que las creencias de la influencia de la Luna llena sobre el comportamiento humano, son completamente infundadas, a la luz de las investigaciones científicas realizadas a tal efecto.

Luego se produjeron unos cuantos comentarios y para contestar a uno de ellos, me explaye demasiado, así que lo he rescatado para ponerlo aquí como post. El comentario al que contesto es el de Meg, que aquí reproduzco:
Yo soy de los que creen que la luna influye de forma material sobre el individuo y su organismo.

No hace mucho publiqué en mi blog elfogondemeg.blogspot.com las influencias de las distintas fases de la Luna en la alimentación y reacciones del organismo.Y son así, créeme.

Y lo de que en Nueva York se refuerzas las comisarías y hospitales en noches de lLna llena, créetelo: los corresponsales de prensa con los que he tratado me lo han confirmado seriamente. NO es una leyenda urbana. Pregunta aquí, en España, en cualquier comisaría.

O sea, que los efectos de la Luna son reales, en mi opinión. Pero nunca lo había visto puesto en fórmula matemática.

Pues no, no te creo. Es decir, no creo que la Luna influya en el organismo de ninguna manera. Si la Luna influye o no es una cuestión completamente empírica y por lo tanto, es la ciencia la que debe darnos la respuesta, y todos los estudios realizados muestran exactamente lo mismo, la influencia de la Luna(en los términos que aquí estamos hablando) sobre el comportamiento humano simple y llanamente no existe.

A los estudios ya citados, podemos añadir el de Campbell, D. y Beets, J. los cuales en 1978 publicaron en Psychological Bulletin el artículo “Lunacy and the moon”, ¿los resultados? Otra vez lo mismo, no se encontró ninguna influencia de la Luna. Otro más, Sanduleak publicó el estudio “The Moon Is Acquitted of Muerder” en la revista Skeptical Inquirer del CSI, antiguamente conocido como CSICOP(Committee for the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal), investigó los homicidios ocurridos desde 1971 hasta 1987, en Cuyahoga County, se produjeron un total de 3370 homicidios, y no se encontró ninguna relación con la fase de la Luna.

Así que el asunto está bastante claro, lo de la influencia de la Luna , no es más que una creencia infundada. Hablas de testimonios, pero un testimonio no es una prueba. Lo primero, ¿cómo han comprobado el aumento de policías en las comisarías? ¿Han hecho un estudio estadístico? ¿Han tenido en cuenta en que comisarías se cree en la influjo lunar y en cuales no? ¿han tenido en cuanta otras variables, como por ejemplo, el día de la semana en el que se produce la Luna llena? No obstante, supongamos que se ha hecho y que en efecto se produce ese refuerzo que comentas, ¿demuestra esto que existe el influjo de la Luna llena? Claramente no, otra posible explicación es el sesgo que puede introducir la creencia en dicho fenómeno (el estudio de Angus, que mencione en el anterior post), es decir, en las comisarías en las que se tiene esa creencia se produciría el refuerzo, no porque exista dicho influjo sino porque ellos así lo creen y actúan en consecuencia. Incluso podemos ir más allá, imaginemos que realmente se produce el aumento de la actividad criminal con la Luna llena (lo cual es falso como lo muestran los estudios citados) ¿demuestra esto que existe el influjo lunar? No necesariamente, lo único que tendríamos es una correlación, pero habría que demostrar que existe una relación de causación. Por ejemplo, las noches de Luna llena hay más luz, la cual facilita la labor de los delincuentes pero al mismo tiempo no hay suficiente luz como para que se les reconozca con facilidad, lo cual hace que las condiciones les sean propicias. Otra posible causa ¿qué días fueron Luna llena? Si coincidieron con fin de semana y fiestas, la gente sale más de casa, bebe más y por lo tanto se producen más incidentes, etc.

La existencia o no, de un fenómeno, es algo que se determina empíricamente, no es cuestión de nuestras opiniones.

Ismael Pérez Fernández.