miércoles, diciembre 17, 2008

A LA CAZA DE LA ENERGÍA OSCURA.

Ya comenté ayer por aquí que para conocer el destino último del Universo es indispensable conocer a fondo la energía oscura. Hoy se recoge en Astronomy y en NewScientist el resultado de un estudio sobre la energía oscura realizado con el telescopio de rayos-X Chandra. El estudio se ha centrado en los objetos más grandes y masivos que existen en el Universo, los cúmulos de galaxias.

Hasta hoy se tenían evidencias de la existencia de la energía oscura a través de distintos medios. Probablemente el más conocido sea el que usa las supernovas Ia. Las supernovas son estrellas que al final de su “vida” explotan y durante dicho proceso su brillo cambia. En el caso de las supernovas tipo Ia la evolución de su brillo durante la explosión se conoce con una gran precisión, si a esto añadimos que conocemos las leyes de propagación de la luz y que sabemos que el Universo se está expandiendo, entonces podemos predecir la cantidad de brillo que tenemos que detectar aquí en la Tierra. La sorpresa fue que se detectaba menos del esperado. Era como si la luz hubiera tenido que atravesar más cantidad de espacio que el esperado, lo cual implicaba que el Universo se expandía más de lo que pensábamos, es decir, la expansión cósmica se está acelerando.

Pero, ¿qué es la energía oscura? Ésta sigue siendo una de las preguntas del millón de la ciencia. Existen distintas posibilidades:

- Puede que la relatividad general de Eisntein sea errónea a muy grandes distancias. Por lo que la energía oscura no existiría después de todo, simplemente sería un fallo en nuestra compresión de cómo funciona la gravedad a distancias muy, muy grandes.

- Puede que la energía oscura sea la energía del vacío (la famosa constante cosmológica).

- O puede que sea un nuevo campo que permea todo el Universo, al que se le ha dado el nombre de quintaesencia.

Si la energía oscura actúa como si de una fuerza de antigravedad se tratara, entonces debería influir en la formación de los cúmulos de galaxias. La energía oscura, al hacer que el espacio se “estire” hará que sea más difícil, o al menos que se tarde más en formarse las grandes estructuras, ya que hay una lucha entre la gravedad que intenta juntar las galaxias para forma el cúmulo y la repulsión de la energía oscura que tiende a separarlas, todo esto suponiendo que la relatividad general de Einstein a grandes escalas no falla. Pues esto es lo que precisamente se ha encontrado con las observaciones realizadas. En palabras de William Forman del Smithsonian Astrophysical Observatory y coautor del estudio:



“Durante años los científicos han querido comprobar como funciona la gravedad en distancias muy grandes, finalmente lo hemos hecho.”
“Ésta es una prueba que la relatividad podría no haber superado.”



Por otra parte, Alexey Vikhlinin director de la investigación ha declarado:



“la confluencia de todos los datos disponibles hasta la fecha apuntan a que la energía oscura es la constante cosmológica.”
“Se necesitan hacer más pruebas, pero por ahora la teoría de Einstein goza de tan buena salud como siempre.”



Así pues, a día de hoy es razonable suponer que el futuro del Universo pasa por una expansión exponencial que acabará por separar todas las galaxias, incluso las estrellas de una misma galaxia se disgregarán y se irán separando a medida que el espacio siga expandiéndose. En el futuro lejano, en el Universo, lo que reinará será la soledad.

Ismael Pérez Fernández.