Este es el libro más duro que he leído jamas. El periodista Laurence Rees ha recopilado testimonios de verdugos y víctimas de la segunda guerra mundial, el resultado es una obra que nos muestra el lado más oscuro de los seres humanos. Todos hemos visto, oído o leído, las atrocidades que cometió el régimen nazi, aun así, algunos de los relatos del libro se hacen muy cuesta arriba y una pregunta te ronda la cabeza una y otra vez ¿cómo es posible? ¿cómo es posible? Por mucho racismo y odio que se tenga resulta difícil aceptar que las personas puedan llegar a cometer algunos de los actos que confiesan los verdugos y que las víctimas describen.
Hay otra pregunta aun peor ¿cómo hubiera actuado yo? Esa pregunta te golpea con fuerza, por qué lo que ves en el libro es que a veces, el entorno hace mucho, es como si a algunos de los verdugos fuera el entorno el que les corrompió hasta ese grado, ¿resistiría yo en ese entorno? Visto en retrospectiva y cómodamente sentado enfrente del ordenador todos tendemos a pensar que sí resistiríamos, que a nosotros no se nos torcerían las neuronas de esa manera, pero la lectura del libro siembra la duda sobre como reaccionarias.
Siempre se ha hablado de si estamos determinados genéticamente o culturalmente, lo cierto es que somos una mezcla de ambos. Curiosamente siempre se ha visto el determinismo genético como algo malo y horrible, mientras no así al determinismo cultural. Este libro en cambio muestra que la influencia de la cultura en la que estas sumergido puede ser igual o peor que el determinismo genético. En el libro también encontramos un par de héroes, pero lo cierto es que aunque nos guste pensar que hay más gente heroica probablemente la verdad sea bien distinta.
El libro merece la pena ser leído, pero vuelvo avisar, algunos de los relatos son duros, muy duros.
Hay otra pregunta aun peor ¿cómo hubiera actuado yo? Esa pregunta te golpea con fuerza, por qué lo que ves en el libro es que a veces, el entorno hace mucho, es como si a algunos de los verdugos fuera el entorno el que les corrompió hasta ese grado, ¿resistiría yo en ese entorno? Visto en retrospectiva y cómodamente sentado enfrente del ordenador todos tendemos a pensar que sí resistiríamos, que a nosotros no se nos torcerían las neuronas de esa manera, pero la lectura del libro siembra la duda sobre como reaccionarias.
Siempre se ha hablado de si estamos determinados genéticamente o culturalmente, lo cierto es que somos una mezcla de ambos. Curiosamente siempre se ha visto el determinismo genético como algo malo y horrible, mientras no así al determinismo cultural. Este libro en cambio muestra que la influencia de la cultura en la que estas sumergido puede ser igual o peor que el determinismo genético. En el libro también encontramos un par de héroes, pero lo cierto es que aunque nos guste pensar que hay más gente heroica probablemente la verdad sea bien distinta.
El libro merece la pena ser leído, pero vuelvo avisar, algunos de los relatos son duros, muy duros.
Ismael Pérez Fernández.
Hola, Isma
ResponderEliminarLa verdad que es escalofriante las narraciones de ciertas historias. Sólo tratar de entender ese odio innato hacia otras personas sólo por su raza, cultura...te deja en estado de shock. Ya de por sí la portada del libro da miedo...
¿Qué pensar cuándo alguien asesina, masacra o extermina al prójimo y piensa que lo que ha hecho es lo correcto? Realmente atroz.
Te recomiendo del mismo autor Auschwitz, los nazis y la Solución Final, que explica cómo se fraguó el holocausto y el más triste de sus campos de exterminio.
Me apunto la recomendación. Gracias!!
ResponderEliminarLo que escribes me recuerda esa frase que dice más o menos que la maldad consigue extenderse porque los hombres buenos no hacen nada. Perdón por la inexactitud.
ResponderEliminarLa heroicidad de unos pocos no puede compensar la pasividad de muchos y lo paradójico del caso es que para cambiar muchas cosas de nuestra realidad no hacen falta especialmente heroicidades sino iniciativa.