miércoles, diciembre 22, 2010

Entrevista a Jesús Mosterin, sobre las corridas de toros

El filósofo Jesús Mosterín, conocido por sus trabajos sobre lógica, ciencia y racionalidad, ha publicado A favor de los toros (Laetoli), libro de título a primera vista paradójico en el que recoge, corregidos y aumentados, sus textos críticos sobre las corridas de toros.

A continuación reproduzco la entrevista que le hicieron desde Laetoli:

Pregunta: ¿Cuándo comenzó su activismo contra las corridas de toros?

Respuesta: El mundillo taurino siempre me ha parecido repugnante y fraudulento. He sido y soy crítico con él tanto por razones morales como intelectuales. La corrida de toros es una mera farsa, un simulacro de combate donde no hay combate alguno. El toro es un rumiante típico que sólo desea que lo dejen pastar y rumiar en paz. No quiere pelear. Por ello se le mete en el ruedo, una especie de infierno del que no puede escapar; se le castiga por ser lo que es, un herbívoro pacífico, y se lo tortura con el arpón de la divisa, la garrocha del picador y las banderillas para que aparente ser lo que no es, un animal feroz.

Pregunta: Recientemente se han abolido las corridas de toros en Cataluña y parece que Ecuador va a someter a referéndum la decisión de abolirlas o no. Pero en otros muchos países se abolieron hace varios siglos, ¿no es así?

Respuesta: Sí, en Chile, Argentina y Brasil, por ejemplo, se prohibieron poco después de alcanzar su independencia. Y también estuvieron prohibidas en España. Carlos III, el rey ilustrado, prohibió las corridas de toros y Carlos IV prohibió la Inquisición. Cuando llegó al poder Fernando VII, rey antiilustrado y reaccionario, restauró tanto las corridas como la Inquisición.

Pregunta: Algunos filósofos, como Fernando Savater, mantienen posturas muy activas a favor de las corridas de toros. ¿Qué opina usted?

Respuesta: Savater tiene sensibilidad para ciertas cuestiones morales y políticas humanas, pero parece insensible respecto al sufrimiento de los animales no humanos. Es un “especista”, es decir, limita arbitrariamente la consideración moral a su propia especie; a las demás, que las parta un rayo. Yo le acompaño en su oposición al nacionalismo político, pero no puedo acompañarlo en su especismo, tan alicorto y provinciano en el campo de la ética y la biología como el nacionalismo lo es en el de la política.

Pregunta: Algunos remontan las corridas de toros hasta la antigua Creta. ¿Es así?

Respuesta: Eso es un puro disparate. La civilización cretense desapareció hace unos 3.500 años y las corridas de toros tienen poco más de 200 años. No hay ninguna conexión. Ojalá la hubiera. Los juegos de los antiguos cretenses con los toros eran completamente incruentos y en ellos no se vertía ni una gota de sangre.

Pregunta: ¿Goya era partidario de las corridas de toros?

Respuesta: Goya estaba en contra de las corridas de toros. Los grabados de la serie “Tauromaquia” forman parte de su serie negra, junto a los “Desastres de la guerra”. Goya representó los horrores de la guerra y nadie en su sano juicio dirá que estaba a favor de ellos. Lo mismo sucede con las corridas. Sus grabados son sátiras, críticas mordaces del mundo de la tauromaquia; es difícil imaginar una crítica más dura. Goya era un ilustrado, por eso tuvo que exiliarse a Burdeos, y como tal ilustrado estaba contra las corridas de toros.

Pregunta: Algunos sectores parecen creer que las críticas antitaurinas provienen de los nacionalismos periféricos y que son “antiespañolas”. Por esta razón la derecha centralista defiende con ahínco las corridas de toros. ¿Qué opina usted?

Respuesta: La tortura pública de los toros la había en toda Europa hasta que fue abolida hace dos siglos. No tiene nada de específicamente española. El nacionalismo catalán no ha tenido nada que ver con la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, que se ha propuesto y defendido en función de valores universales. Lo que sí se ha hecho por motivos nacionalistas ha sido la autorización y blindaje legal de esas salvajadas pueblerinas que son los “correbous”.

Pregunta: ¿Por qué un filósofo como usted, dedicado especialmente a la ciencia y la filosofía teórica, milita de forma tan activa contra el maltrato animal y en especial contra las corridas de toros?

Respuesta: El pensamiento racional no es un mero juego de palabras: tiene consecuencias y desemboca en acciones. La racionalidad siempre se ha opuesto a las prácticas crueles y a las creencias supersticiosas, por muy ancladas que estén en las tradiciones tribales y religiosas. Las salvajadas contra los animales suelen ser tradicionales y el pensamiento racional las critica. El mundo está lleno de horrores y salvajadas; hay que ir acabando con ellas una tras otra, pues no podemos acabar con todas a la vez. En gran parte de África la ablación del clítoris de las adolescentes es algo tradicional, y no por ello deja de ser una salvajada criticable. Pero como vivo en este país, hablo especialmente de las salvajadas que tienen lugar en este país.

10 comentarios:

  1. Fleischman1:06 p. m.

    ¿Y quién no es "especista"?
    No conozco a nadie que coma carne humana...

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  2. Buenas Fleischman sino entiendo mal, Mosterín usa el término "especista", en el sentido de que el que es "especista" sólo le preocupan las consideraciones morales hacia los humanos.

    Entiendo que lo que propone es que no restrinjamos nuestras consideraciones morales sólo a los humanos. Lo cual me parece bien, pero hay que hilar muy fino, ya que no creo que haya que tener las mismas consideraciones morales hacia un mosquito que hacia un perro, por ejemplo. El tema tiene su miga.

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  3. Fleischman2:58 p. m.

    De hecho yo sería incapaz de "desmigar" el asunto... no imagino con qué criterios puede establecerse una frontera que no sea la obvia (para los humanos, claro) de humanos sí, resto no; siempre será más o menos arbitraria. (Ya de por sí no hay consenso en a partir de cuándo se puede empezar a hablar de ser humano con derechos, y los límites legales son, como no puede ser de otra forma, arbitrarios.)
    En el caso de los toros, no encuentro diferencia entre matarlos en la plaza y comerlos, que matarlos en el matadero y comerlos (exceptuando las perrerías de banderillas, etc., claro).

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    1. Anónimo8:03 p. m.

      Si no encuentras diferencia, entonces, asiste al matadero, a ver si te regocijas igual que en una corrida de toros.

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  4. José Luis2:06 p. m.

    Yo también pienso a veces que qué diferencia existe entre el trato recibido por el toro en una corrida o el trato recibido por el toro -o el cerdo, o el cordero, etc.- en un matadero.

    Hace unos años pude visitar un matadero y, francamente, los animales sufren. En concreto, y entre otras cosas, vi como se le rompía una pata a un ternero y el sufrimiento del pobre animal.
    Cuando los terneros llegan a la sala de sacrificio previamente se les amarra una pata por la cual son elevados hasta la altura en la que el matarife pueda trabajar. En bastantes ocasiones esa pata se quiebra, de manera muy ruidosa además, en el transcurso de la operación. Es muy impactante ver y oír al animal en ese momento...

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  5. Jose Luis:

    Pues claro, pero ahi ya no interesa. Supongo que escribir un libro acerca del maltrato en los mataderos (etc etc etc) ya no es tan sensacionalista, ni vende libros.

    Y ademas es capaz de decir esto sin inmutarse:

    "El nacionalismo catalán no ha tenido nada que ver con la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, que se ha propuesto y defendido en función de valores universales. Lo que sí se ha hecho por motivos nacionalistas ha sido la autorización y blindaje legal de esas salvajadas pueblerinas que son los “correbous”."

    Menudo caradura!

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  6. Que los animales sufren en los mataderos, es cierto, pero una cosa no quita la otra, es decir, la opción será denunciarlo y hacer un esfuerzo para que los animales no sufran en los mataderos, el no denunciar la tortura de los toros en las corridas no va hacer que los animales dejen de sufrir en los mataderos y si se consiguieran eliminar las corridas tendríamos menos animales sufriendo lo cual sería un avance.

    En cuanto al párrafo que ha resaltado David, creo que tanto Mosterín como David tienen razón, me explico.

    Lo que afirma Mosterín es que los argumentos usados para aboliar las corridas de toros, no fueron argumentos nacionalistas, y en eso tiene razón, sólo hay que escuchar las ponencias que se hicieron. Por otro lado, aunque no se usaron argumentos nacionalistas, es altamente probable (aquí es donde David probablemente tiene razón) que la motivación de muchos de los políticos cuando votaron fueron nacionalistas, no lo podemos saber a ciencia cierta ya que no podemos estar dentro de sus cabezas, pero no es de extrañar que así hubiera sido. Es decir, los argumentos se basaron como dice Mosterín en valores universales, ahora en la votación seguramente hubo mucha ideología nacionalista.

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  7. Este mosterin, no ha visto un toro en bravo en su puñetera vida, es un analfabeto en conocimiento del comportamiento del mismo y ademas se permite dar opiniones publicas, sobre cosas de las que no tiene la mas minima idea, lo que demuestra la calidad intelectual del individuo. Que ignorante como este den opiniones de cosas que desconocen y ademas crea que sientan catedra,da una muestra de la calidad de lo que pueda el enseñar.

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    1. Cinco líneas para no usar ni un sólo argumento y sí descalificaciones personales. Así no consigues refutar nada.

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  8. Anónimo9:10 a. m.

    Tal vez, en un universo paralelo cientos de toros se reunan en un lugar para ver una "corrida de humanos", entonces nosotros diriamos: ¡Pero que salvajismo!... Todo depende del cristal con que se mire... Y por cierto la carne de toro es muy dura para comer, y el toro no ataca si no se le provoca. Que tengan buena semana. :)

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