Imagino que todos sabéis que hace unas semanas el semanario satírico Charlie Hebdo publicó unas caricaturas de Mahoma, las consecuencias fueron que la sede del semanario fue incendiada. La verdad es que algunos llevan ciertamente mal eso de la libertad de expresión.
Solemos pensar que la libertad de expresión consiste en poder expresar lo que uno piensa, pero eso sólo es parte de la balanza. Por un lado, primero se debe tener un pensamiento crítico y propio si no, la libertad de expresión no valdrá de nada ya que lo único que vas a expresar es lo que quieren que expreses. Y por otro lado, la libertad de expresión conlleva que vamos a tener que leer, presenciar, escuchar etc. cosas con las que no coincidimos, incluso que puedan hasta desagradarnos. La solución obviamente no es reclamar la censura o cometer actos violentos sino hacer uso de la misma libertad de expresión para realizar críticas a aquello con lo que no estamos de acuerdo.
Hoy en día, si hay algo que parece que todo el mundo quiere proteger de las críticas, las bromas, etc. es la religión. No escasean las voces que “entienden” las reacciones violentas de ciertos musulmanes ante las sátiras hacia su religión, no falta quien pretende condenar por la vía penal la blasfemia, algo que lo único que hace es retrotraernos a la edad media. Debemos esforzarnos en bajar la religión a la arena donde las ideas son analizadas críticamente, como el resto de ideas, ni más ni menos, es decir, hay que oponerse a aquellos que pretenden disminuir la libertad de expresión en nombre de la religión, lo que necesitamos es ampliar la libertad de expresión, necesitamos que sea posible criticar, blasfemar o hacer bromas sobre la religión sin que nadie demande que se nos cierre la boca del mismo modo que podemos hacerlo sobre el ateísmo, la política, etc. en resumen, lo que hace falta es más libertad de expresión no menos.
El semanario Charlie Hebdo ha vuelto a la carga publicando una portada en la que un musulmán y un dibujante se funden en un beso, reproduzco aquí dicha portada como pequeño gesto en apoyo a la libertad de expresión y en contra del integrismo que quiere hacernos cerrar la boca:
El amor es más fuerte que el odio |
Excelente artículo,
ResponderEliminarEn efecto debemos defender nuestro derecho de opinar libremente, así sea sobre temas religiosos. Por lo general los ataques que se reciben vienen precisamente de esos creyentes a ultranza que no se atreven a ver más allá de lo evidente, no aceptan explicaciones científicas, ni se atreven a explorar otras formas de pensamiento.
Saludos,
Rafael Baralt
@raguniano
Yo concuerdo con Rafael: una creencia que pone fuera el poder personal y anula la capacidad de razonar y de ser auténtico, es un lastre que contamina a muchos y exige ser sincerado por otros puntos de vista. Sobre todo si tal creencia se basa en la divinidad, la cual se torna irrelevante en tanto responda a una necesidad puntual, atrofie el ejercicio de la justa duda y fomente la adicción al poder y el afán de controlar que distinguen a nuestra especie. Blogs como éste y como Raguniano aportan luz en la sombra...y desafían la comodidad de lo conocido en pro del verdadero crecimiento humano.
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