El equipo del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics formado por Elena D'Onghia, Gurtina Besla, Thomas J. Cox, y Lars Hernquist, ha publicado un estudio en la revista Nature sobre las galaxias enanas esferoidales. Estas galaxias son pequeñas y tienen muy pocas estrellas, de hecho la masa que se calcula a partir de las estrellas que contienen no encaja con lo observado, por lo que se supone que realmente estas galaxias enanas están dominadas por materia oscura. ¿Cómo llegan estas galaxias a tener esa composición dominante de materia oscura? Esta es la pregunta que han intentando responder desde el Harvard-Smithsonian Center for Astrophysic.
Según Elena D’Onghia entender estos sistemas es uno de los objetivos principales de la cosmología moderna. El equipo ha utilizado simulaciones por ordenador para estudiar dos escenarios posibles:
Lo que han encontrado es que debido a la interacción gravitatoria durante estos procesos muchas de las estrellas de la galaxia más pequeña son arrancadas de la misma convirtiéndola en una enana esferoidal.
Los largos chorros de estrellas que se formarían durante estos bailes gravitacionales entre las galaxias deberían poder detectarse. Un ejemplo de ello puede ser el reciente descubrimiento de un “puente” de estrellas que une Leo IV y Leo V, que son dos galaxias enanas esferoidales.
El perder la mayor parte de sus estrellas durante esas danzas galácticas es lo que hace que estas pequeñas galaxias aparezcan dominadas por la materia oscura.
Ismael Pérez Fernández.
Según Elena D’Onghia entender estos sistemas es uno de los objetivos principales de la cosmología moderna. El equipo ha utilizado simulaciones por ordenador para estudiar dos escenarios posibles:
- Encuentros entre dos galaxias enanas alejadas de galaxias gigantes, donde la resultante más tarde acabaría por ser engullida por una galaxia gigante.
- Encuentros entre galaxias enanas y galaxias gigantes en formación en el Universo temprano
- Encuentros entre galaxias enanas y galaxias gigantes en formación en el Universo temprano
Lo que han encontrado es que debido a la interacción gravitatoria durante estos procesos muchas de las estrellas de la galaxia más pequeña son arrancadas de la misma convirtiéndola en una enana esferoidal.
Los largos chorros de estrellas que se formarían durante estos bailes gravitacionales entre las galaxias deberían poder detectarse. Un ejemplo de ello puede ser el reciente descubrimiento de un “puente” de estrellas que une Leo IV y Leo V, que son dos galaxias enanas esferoidales.
El perder la mayor parte de sus estrellas durante esas danzas galácticas es lo que hace que estas pequeñas galaxias aparezcan dominadas por la materia oscura.
Ismael Pérez Fernández.
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