Darrel W. Ray, nos propone en su libro, The God virus, que la religión actúa de forma similar a como lo hacen los virus en el mundo orgánico.
En la primera parte del libro el autor nos muestra el tremendo paralelismo que hay entre el comportamiento de los virus y como lo hace la religión. Aunque ya hayáis oído hablar de ello, lo cierto es que cuando Darrel W. Ray lo expone, llega a resultar sorprendente lo claro del paralelismo.
En la segunda parte del libro, el autor deja paso a su vertiente psicológica y habla de como reaccionar ante gente muy "infectada" por el virus de Dios, o como conseguir mantener relaciones cordiales con los "infectados".
La idea del virus de Dios, descansa en la idea de los memes, y esto es lo que se echa de menos en el libro, ya que aunque el autor reconoce de donde viene la idea, al leerlo te quedas con las ganas de que desarrolle más la hipótesis, por ejemplo, en el principio del cristianismo no había una única idea del cristianismo sino que había varias corrientes, como bien señala el autor. La cuestión desde el punto vista de los memes, sería ¿por qué se adaptaron mejor unos "virus" religiosos que otros? Otra cuestión podría ser ¿en que beneficia a los huéspedes el estar "infectados"? Si fuera completamente perjudicial para el organismos los "infectados" se extinguirían y con ellos el virus, así pues, cabe preguntarse por esas ventajas o ventaja. Otra cuestión sería que ambiente es más propicio para la propagación del "virus religiosos". Pero estas cuestiones no son abordadas en el libro y ese es precisamente su punto débil, el autor pone de relieve el paralelismo pero no intenta profundizar más para ver a que conclusiones podría llevar la idea que la religión es un meme o conjunto de memes, que se comportan como un virus.
En resumen, un libro interesante pero que se queda un poco en la superficie, a la hora de analizar la religión desde la perspectiva de la memética.
En la primera parte del libro el autor nos muestra el tremendo paralelismo que hay entre el comportamiento de los virus y como lo hace la religión. Aunque ya hayáis oído hablar de ello, lo cierto es que cuando Darrel W. Ray lo expone, llega a resultar sorprendente lo claro del paralelismo.
En la segunda parte del libro, el autor deja paso a su vertiente psicológica y habla de como reaccionar ante gente muy "infectada" por el virus de Dios, o como conseguir mantener relaciones cordiales con los "infectados".
La idea del virus de Dios, descansa en la idea de los memes, y esto es lo que se echa de menos en el libro, ya que aunque el autor reconoce de donde viene la idea, al leerlo te quedas con las ganas de que desarrolle más la hipótesis, por ejemplo, en el principio del cristianismo no había una única idea del cristianismo sino que había varias corrientes, como bien señala el autor. La cuestión desde el punto vista de los memes, sería ¿por qué se adaptaron mejor unos "virus" religiosos que otros? Otra cuestión podría ser ¿en que beneficia a los huéspedes el estar "infectados"? Si fuera completamente perjudicial para el organismos los "infectados" se extinguirían y con ellos el virus, así pues, cabe preguntarse por esas ventajas o ventaja. Otra cuestión sería que ambiente es más propicio para la propagación del "virus religiosos". Pero estas cuestiones no son abordadas en el libro y ese es precisamente su punto débil, el autor pone de relieve el paralelismo pero no intenta profundizar más para ver a que conclusiones podría llevar la idea que la religión es un meme o conjunto de memes, que se comportan como un virus.
En resumen, un libro interesante pero que se queda un poco en la superficie, a la hora de analizar la religión desde la perspectiva de la memética.
Ismael Pérez Fernández.
Interesante, pero para mi está vedado, pues mis conocimientos del inglés son demasiado precarios.
ResponderEliminarNo obstante, creo que para combatir ese "virus" hay una vacuna altamente eficaz: el conocimiento y la ciencia, acompañados de la reflexión y de una buena ración de escepticismo.
Saludos.
Hola Carlos, algo similar sostiene el autor del libro, no obstante hay que recordar que hay científicos creyentes, por lo que el mero conocimiento científico no parece ser suficiente.
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