Tengo que reconocer que el título del libro nunca me gustó, y era muy reticente a comprar el libro, no me gustaba ese mensaje evangelizador del título del libro. Fue tras ver una entrevista a Peter Boghossian, autor del libro, cuando me animé a leerlo.
En realidad el título del libro es un poco desproporcionado, más que ateos lo que busca el autor es iniciar a la gente en el pensamiento crítico aprovechando cualquier oportunidad que se encuentre para ello. Lo que Boghossian busca es que la gente se dé cuenta de que pretende saber cosas que en realidad no sabe, esa de hecho es una de las definiciones de que el propio autor da. Lo primero que se necesita es conseguir que la persona tenga cierta apertura mental, en el sentido de que sea capaz de aceptar cuestiones sobre aquello que cree saber pero en realidad no sabe, el siguiente paso es que se lo cuestione el mismo, a partir de ahí es cuando se puede avanzar hacia la posición de que la persona abandone esa creencia.
Para conseguir esto lo que el autor propone no es más que utilizar el método socrático, método que el propio autor explica e ilustra con algunas conversaciones que el mismo ha tenido. La meta de las conversaciones y el método usado no es ganar la conversación como si de un debate se tratará sino de conseguir que el contertulio acabe por ser capaz de cuestionarse sus propias creencias.
El libro es sencillo y se lee del tirón, pero tampoco ofrece nada excesivamente nuevo. Simplemente unifica el método socrático con unos consejos sencillos para evitar que la persona, con la que se está dialogando no se sienta ofendida, lo cual es lógico si se siente ofendida nunca o casi nunca dará los pasos necesarios para cuestionarse sus creencias.
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