Una de las ventajas de tener un blog dedicado a la divulgación científica y del pensamiento crítico, es que de vez en cuando te regalan libros sobre dichas temáticas. En esta ocasión mi gratitud va para la editorial Paidos por regalarme el libro Mala Ciencia de Ben Goldacre.
El libro es una joya. Goldacre analiza varios ejemplos de mala ciencia, todos ellos dentro del mundo de la medicina. Como no podía ser de otra manera la homeopatía tiene su lugar en el libro, pero también se habla de los desmanes en nutrición por parte de algunos “expertos”. A la crítica no se escapan los medios de comunicación y sus errores a la hora de cubrir noticias científicas. Y bajo mi punto de vista merece especial mención el capítulo dedicado a la vacuna triple vírica y la infundada creencia de que genera autismo.
Tal vez, lo mejor del libro es que el autor enseña al lector como distinguir un estudio científico que al menos cumple los requisitos mínimos para ser tenido en cuenta, de aquellos que parecen responder más a motivos de propaganda que a la búsqueda de la verdad. Como contra punto a lo mejor tenemos los dos capítulos que dedica a “expertos” (o cuentistas diría yo), no porque no se digan cosas interesantes en los mismo, sino porque al ser personajes de Inglaterra el lector probablemente no los conozca y le queden un poco lejos sus desmanes, aunque me da a mí que si buscamos por el territorio patrio no tardaríamos en encontrar personajes similares.
En resumen, un libro estupendo que merece la pena ser leído, si se lee con atención no te vas a volver infalible, pero ciertamente va a ser algo más difícil que algún charlatán te venda algún remedio médico que en realidad no lo es.
El libro es una joya. Goldacre analiza varios ejemplos de mala ciencia, todos ellos dentro del mundo de la medicina. Como no podía ser de otra manera la homeopatía tiene su lugar en el libro, pero también se habla de los desmanes en nutrición por parte de algunos “expertos”. A la crítica no se escapan los medios de comunicación y sus errores a la hora de cubrir noticias científicas. Y bajo mi punto de vista merece especial mención el capítulo dedicado a la vacuna triple vírica y la infundada creencia de que genera autismo.
Tal vez, lo mejor del libro es que el autor enseña al lector como distinguir un estudio científico que al menos cumple los requisitos mínimos para ser tenido en cuenta, de aquellos que parecen responder más a motivos de propaganda que a la búsqueda de la verdad. Como contra punto a lo mejor tenemos los dos capítulos que dedica a “expertos” (o cuentistas diría yo), no porque no se digan cosas interesantes en los mismo, sino porque al ser personajes de Inglaterra el lector probablemente no los conozca y le queden un poco lejos sus desmanes, aunque me da a mí que si buscamos por el territorio patrio no tardaríamos en encontrar personajes similares.
En resumen, un libro estupendo que merece la pena ser leído, si se lee con atención no te vas a volver infalible, pero ciertamente va a ser algo más difícil que algún charlatán te venda algún remedio médico que en realidad no lo es.
Ismael Pérez Fernández.
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